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España España · Córdoba
Voto de Talía666:
3
Drama El capitán Wade Hunnicutt, el hombre más rico y poderoso de un pueblo de Texas, es un mujeriego empedernido, lo que ha provocado la ruina de su matrimonio. Su mujer, desde entonces, se dedica en cuerpo y alma a su hijo. Sin embargo, llega un momento en que Hunnicutt decide hacerse cargo de su educación llevándolo de caza e iniciándolo en otras actividades masculinas. (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2011
15 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un verdadero homenaje al histrionismo y la exageración, eso es lo que es esta película. Robert Mitchum interpreta a un rico terrateniente bastante déspota, machista y bruto que vive con su amargada esposa (Eleanor Parker) y con un hijo bastante tontorronzuelo (George Hamilton) al que no le gustan las aficiones falderas de su descocado papá. Ésa es básicamente la historia. Y a partir de esta pueril trama Minnelli se monta un dramón de tomo y lomo que, para más inri, es traducido al castellano con el desternillante título de "Con él llegó el escándalo". La pregunta es: con quién?

Exceptuando a Robert Mitchum, que hace un importante esfuerzo de contención interpretativa, y de George Peppard, simplemente pasable, el resto del reparto está directamente para el harakiri. Sobre todo el niño, George Hamilton. Unos desplantes, unos aspavientos, unas idas y venidas, unas contorsiones, unas muecas... En fin, hay que verlo para creerlo.

Aparte, la primera hora de película es un auténtico tostón para el que no sea aficionado a la caza. Para darnos a entender que el muchacho admira muchísimo a su padre y quiere que se sienta orgulloso de él, se nos hace un relato tan minucioso de lo que es una jornada de caza que, salvo que uno sea un fanático del tema, aburre hasta a las cabras. Viendo la hipergesticulación de Hamilton lo que extraña de verdad es que no mate a todos los animales del bosque, pero de susto.

En fin, una historia que pretende ser un acercamiento a las relaciones padres-hijos y se queda en un compendio de escenas en las que los excesos interpretativos de los actores invitan más a la risa que a otra cosa.

Para escándalo de verdad, la nota media que consiguen estos "clásicos". Eso sí que es para echarse a llorar.
Talía666
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