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Voto de Caith_Sith:
9
Comedia. Drama Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). A mediados de los años 80, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. ... [+]
23 de enero de 2014
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Martin Scorsese es un viejo lobo, qué duda cabe. Tras facturar una película tan elegante, clásica y fantasiosa como la magnífica "La invención de Hugo" (Hugo, 2011), el maestro del cine gangsteril moderno regresa a lo que mejor sabe hacer con una película tan tremenda e inabarcable como "El lobo de Wall Street", que es -y no hay duda posible- su mejor trabajo desde "Casino" (1995). Que no es que no haya habido obras de altura en el tiempo intermedio (Infiltados, Shutter Island, Al límite...), pero lo que hace aquí es inaudito para un señor de su edad, dando forma a una brutal farsa sobre el sueño americano que pareciera levantada por un joven y ambioso realizador con ganas de comerse el mundo a base de abusar de la hipérbole en cada minuto de metraje. Con un guión impecable de Terence Winter (Los Soprano) y un tratamiento sobre un hecho biográfico que podría recordar al de Sorkin en la notable "La red social" (The Social Network, 2010), "El lobo..." inicia in medias res, desarrollando el ascenso y caída de su protagonista Jordan Belfort a raíz de sus actividades ilegales en la bolsa y el mundo de los brookers. Una historia real que parece irreal pero que gracias a la labor de Martin y de un reparto espectacular consigue funcionar en todo momento mientras asistimos a un éxtasis de casi tres horas de duración. Que se hacen muy cortas.

Scorsese no escatima en recursos y recurre a su habitual juego con la cámara en forma de travellings, controlando por otro lado el encuadre para componer imágenes en las que cada elemento del plano es importante. Sirva ver las coreografías de la oficina de trabajo para darse cuenta de que cada pieza tiene una función, que nada está puesto por azar, que este viejo lobo sigue siendo capaz de dominar a todos aquellos a quien lidera. Comenzando por un Leonardo Dicaprio que está más allá del halago. En la que probablemente sea su mejor colaboración con Scorsese, el actor (uno de los más grandes de su generación, algo que lleva demostrando ya más de década y media) se suelta y libera la bestia que lleva dentro con un papel que es puro instinto, sin imposiciones, sin movimientos forzados en busca del aplauso fácil. Es sencillamente pura energía capturada por la cámara experta del director, está sencillamente impecable; él es la película, a todos los efectos. Pero ojo a los secundarios, desde un inmenso Jonah Hill hasta la belleza casi fantasmagórica de Margot Robbie, que compensa sus limitadas dotes interpretativas (vamos, no es Sharon Stone en "Casino") con otras virtudes. Scorsese siempre ha sabido sacar petroleo de su reparto. Aquí no se queda atrás.

"El lobo de Wall Street" es en definitiva una buena inversión: son tres horas, que divididas en el dinero que cuesta entrada de cine suena a apuesta segura. Si hay una película que hay que ver y que compensa cada minuto, es ésta: salvaje, anárquica (¡esa música!), y tan brutal como para ser recomendada sin ningún tipo de miedo. Scorsese en la mejor forma posible Dicaprio dando un recital (¡ojo a su 'secuencia Magikarp'!), y todas las piezas dispuestas para pasar un rato divertidísimo (porque además tiene momentos de sonora carcajada) acompañando a estos personajes demenciales pero, de alguna forma, terriblemente atractivos. Obligada.
Caith_Sith
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