Tal vez el mayor inconveniente no sea esta película, sino sus actores. Los aborrezco. Esta muchacha Meg Ryan con sus almibaradas incursiones en la pantalla grande siempre me da como revoltijo de estómago, demasiado dulzonas son sus caritas y su vocecita de nena boba. Ya el caso de este otro personaje, me refiero a Billy Crystal, es distinto; directamente no existe, es un pésimo actor, tiene la cara como de aire, o agua mineral, nada, nada de nada. El guión de este filme es bueno, indiscutiblemente, o al menos tiene partes buenas. El argumento también es interesante. Pero una vez más aparece el maldito final feliz (caritas acaramenladas por parte de Meg incluídas, por supuesto, no se la iba a perder) y ya no lo pude aguantar. Recomiendo ver esta película abrazado a una chica en los primeros días de noviazgo (nunca después eh, cuidado, se corre el riesgo de que tanta azúcar nos haga vomitar encima de nuestra querida) y después poner en nuestro reproductor de dvd "Tienes un email", otra bazofia insoportable, para completarla. Si quieren ver algo decente en este género, les recomiendo "Frankie & Johnny", mil veces superior a esta cagada por razones visibles, a saber: es mucho más verosímil, tiene dos excelentes actores, y tiene un final inolvidable, mucho más tragable, más maduro y encima acompañado por el delicioso "Clair de Lune" de debussy; lo dicho, hay otras opciones, otras películas para endiosar.
PD: Al menos Meg está para darle (mientras no llore ni me ponga carita de ternerito asustado).