La sinopsis ya explica perfectamente de que va esta serie que comienza con la fantasía del viaje en el tiempo de una mujer casada,enfermera de guerra en la Escocia de 1945, que se ve transportada a otra época,que no lugar, dos siglos atrás.
Vaya por delante que no he leido los libros de Diana Gabaldon. En eso, al menos, soy por tanto imparcial.
La serie te atrapa casi desde el primer momento.Los paisajes de las Highlands escocesas, verdes y brumosos, el diseño de vestuario de época, sobrio y realista, los escenarios, reales en gran medida, y la detallista recreación de las gentes, te trasladan en volandas a la dura vida en esa Escocia del siglo XVIII bajo la bota del vecino imperio invasor.
El montaje, el pulso narrativo, los encuadres, son perfectos. La dirección de actores y las interpretaciones, soberbias.
Parece ser que soy de los pocos por aquí que ha apreciado la memorable y "premiada" recreación de "Claire" que consigue Caitriona Balfe. Esta espigada y bella mujer (modelo, pero con estudios de arte dramático, por cierto) se come la pantalla en cada plano,en cada escena,en cada capítulo. Está arrebatadora. La expresividad de sus ojos azules,tiernos o airados,risueños o tristes, siempre luchadores y nunca resignados, es inagotable. No la conocia y...vamos, que me he hecho fan. Destacan también, Sam Heughman, dando vida a un Jamie que esconde más aristas de las que parece y, como no, Tobías Menzies en su doble papel: como marido del siglo XX abrumado por una realidad tozuda e inexplicable y como depravado capitán inglés del XVIII devorado por sus propios demonios.
Cada capitulo de Outlander te deja en suspenso con algún elemento nuevo que resulta un aliciente eficaz y, a menudo, inesperado para el espectador, lo cual contribuye a engancharte a la trama.
Recomiendo la serie totalmente,aunque, debo matizar que le encuentro una critica importante(ver spoiler)