Marcó lo que un secuela tiene que ser: expandir el mundo presentado y hacer crecer a sus personajes sin renunciar a la fórmula planteada, y no traicionar el espíritu de la primera entrega aprovechándose de su inercia comercial.

Si bien más oscura y reflexiva, la aventura, la química entre personajes, los flirteos entre Han y Leia, la presentación de Yoda o el SPOILER definitivo del cine moderno (Luke y Han Solo son cuñados...bueno, aún no...pero lo serán), hacen de ésta la mejor película de la saga. Es casi perfecta. Una película capaz de dejar la narración a medias y que sin embargo deje sensación de plenitud.

Y Chewacca llevando a C3PO de mochila. Eso sí que es la polla.