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Voto de cineoptero:
9
Cine negro. Intriga. Thriller Abel Davos, un conocido criminal italiano, huye a Francia con su familia eludiendo así una orden de arresto y la condena a muerte. Le acompaña su fiel amigo Raymond Naldi, otro conocido criminal perseguido por la justicia. En la frontera se produce un dramático tiroteo... (FILMAFFINITY)
5 de agosto de 2017
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inusual incursión de Sautet en el polar o cine negro francés, alejado de trabajos referenciales del género como Rififí, No Tocar la pasta o Hasta el último aliento para erigirse por méritos propios en un trabajo único y progresivamente más libre, menos dependiente de las expectativas del género. De hecho creo que termina siendo algo totalmente distinto, más cercano a ese cine tan íntimo que suele hacer Sautet que al genial género. Todo su comienzo me parece ejemplar. Polar al 100%. Dos criminales intentando huir del país para reunirse con la familia de uno de ellos pasada la frontera. Es una sucesión de escenas de ritmo perfecto y tensión controlada que nos tiene atrapados hasta esa importante y magnífica escena en la playa. A partir de ese momento todo cambia. El siguiente acto, de los tres en los que se divide la película, es el viaje hasta donde están los viejos amigos de uno de los protagonistas (Lino Ventura). Sigue creando tensión, pero lo que va cobrando peso es la amistad que se crea con el chofer, la relación con sus hijos y el inicio de una historia de amor. El peso ya está en lo íntimo. Polar al 50%. Llega el último acto. Y con él llega la traición, la venganza, también la amistad, pero sobre todo, ese personaje acosado y obligado a estar fuera de su estado natural de actividad empieza a reflexionar sobre su vida, sus logros, como ha influido en los demás y su futuro. Todo el final me parece poco impactante pero enormemente coherente, tanto en la parte de la venganza como en el brusco final. Es la conclusión de ese proceso, no de la trama criminal. Polar al 25%. Sautet logra una película valiente que se atreve a transgredir las reglas de un género apadrinado por ilustrísimos maestros para llevarlo a un terreno diferente y personal. El guion, magnífico, está defendido a la perfección por unos actores impecables, con unos enormes Lino Ventura, tan duro como vulnerable, y un Jean-Paul Belmondo simplemente encantador. No tengo dudas de que Classe tous Risques es todo un gran clásico francés, del polar, del drama o simplemente de Sautet. La primera de una lista privilegiada dentro de la cinematografía de su país.
cineoptero
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