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España España · Madrid
Voto de Moody:
6
Drama Davis Mitchell (Jake Gyllenhaal) es un exitoso ejecutivo que sufre una grave desconexión emocional tras la repentina y trágica muerte de su mujer (Heather Lind) en un accidente de coche. Aunque su suegro (Chris Cooper) intenta por todos los medios que se recupere, continúa bloqueado y se dedica a desmontar compulsivamente toda clase de objetos. Gracias a la ayuda de Karen (Naomi Watts) y de su hijo, a los que acaba de conocer, Davis ... [+]
1 de noviembre de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siento que algo no está bien. Parece una frase simple, aislada, sin demasiado sentido. Pero en realidad es el núcleo de una película que se preocupa por mirar por sí misma, y hace crítica de una sociedad en la que es más importante aparentar que se es feliz a ser realmente feliz y ser uno mismo.

Y cuando es necesario parar y hacer algo radical, lo mejor es una terapia de choque total, de esas que te dejan mal para siempre o te reparan para seguir avanzando. Algo así es lo que piensa Vallee, que como propuesta presenta una película que entiende la reconstrucción a partir de cenizas cual Ave Fénix, con ese personaje protagonista que no tiene reparo en deshacerse de todo para empezar de nuevo y sentirse libre y sin ataduras innecesarias.

Gyllenhaal representa a ese protagonista incapaz de fijarse en nada, de entender cuando le hablan y quedarse con los detalles. Un personaje que se aisla de todo lo que le rodea hasta que un accidente le despierta como si de repente escuchase el zumbido del despertador y abriese los ojos ante una realidad que le vapulea de golpe. El actor hace un trabajo imponente porque es capaz de sostener este disfuncional discurso con aplomo y ritmo, sin desfallecer durante toda la película.Tal y como pasa en la vida real, Davis no está solo en su aparente locura, sino que encuentra otro personaje que también tiene sus problemas de identidad y al que Watts le imprime mucha personalidad en sus limitadas apariciones. Juntos, más o menos cerca, tratan de hacerse compañía al mismo tiempo que reparan sus vidas.

Al final el duelo, la soledad o la incomprensión ante la situación son sentimientos que “Demolición” trata sin caer en los lugares comunes que otros dramas han calcado antes, sabiendo que si se ofrece algo diferente, es posible que el espectador valore y aprecie el riesgo de una película muy diferente en la forma de tratar un duelo.
Moody
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