Después de tragarme tantas veces el tráiler de esta película en una sala de cine, pues ¿qué queréis que os diga?, uno le acaba cogiendo el gustito de querer ver más, así que le he dado la oportunidad para ver el film entero. Me alegro que haya cintas como la que ahora nos ocupa, que te hagan pasar un muy buen y divertido rato, casi cien minutos de entretenimiento, llena de cachondeo sin parar. Sin necesidad de mirar el reloj cada dos por tres. Está inscrita en el género de la comedia, sin ninguna duda, del principio hasta los créditos finales. De todos modos, no la calificaría para todos los públicos ni en broma. No tenía ni idea de que es un remake de un film italiano titulado Lo dejo cuando quiero cuyo guión fue escrito por Valerio Attanasio, Andrea Garello y Sydney Sibilia, y que fue dirigido en el año 2014 por Sydney Sibilia. En esta ocasión, y para dicho remake, el encargado de llevarlo a muy buen puerto ha sido el realizador Carlos Therón (Fuga de cerebros 2). El reparto lo encabeza David Verdaguer (Tierra firme), al que le acompañan, entre otros, Carlos Santos (Villaviciosa de al lado), Ernesto Sevilla (Tenemos que hablar), Miren Ibarguren (de la serie La que se avecina y vista en Fe de etarras de Borja Cobeaga), Amaia Salamanca (Fuga de Cerebros, Tensión sexual no resuelta) y Cristina Castaño (Sin rodeos dirigida por Santiago Segura). Creía que sería una obra de ver y olvidar, pero caray, el resultado final es para quitarse el sombrero, es excelente y todo ello gracias a su gran reparto. Eso sí, no es un protagonista, ni dos, ni tres, es un trabajo coral que se come la pantalla. La actuación de Ernesto Alterio es para enmarcar, digamos que como villano cumple muy bien su cometido, para aplaudir. También podría mencionar a los veteranos Pedro Casablanc, Gracia Olayo y Luis Varela, no salen mucho, pero se hacen notar, sobretodo Gracia, que tiene sus buenos puntos. Ojalá tenga una buena taquilla y rueden la segunda parte. Bienvenida sería. Mi nota final es de 9/10.