No hace falta esperar a que hagan tres temporadas de la serie, ni que la crítica encauce tus ideas acerca de esta nueva serie. Únicamente déjate llevar, siéntate disfruta de la magnífica historia que nos brinda la gran hacedora de series que desde hace muchos años (The Wire, Los soprano, True Blood, Hermanos de Sangre, The Pacific, Generation Kill, Treme, Boardwalk Empire, Carnivale, Oz, Roma, Six Feet Under, Sexo en Nueva York) nos ha regalado el mejor producto televisivo que jamás haya existido. Durante muchos años se han atrevido con todo: Mafia, delincuencia, dramas carcelarios, incluso les salió bien la jugada con los vampiros, pero no se conforman con eso, después de firmar los, para mi, tres mejores exponentes del cine bélico, a saber, The Pacific, Hermanos de Sangre y Generation Kill, o la mejor serie que he visto jamás, The Wire, decidieron que un drama medieval ambientado en un mundo oscuro y tétrico era algo que tenían que hacer y lo hicieron. Cogieron a un experto en la materia, Timothy Van Patten (si tienen un segundo pinchen en el enlace y vean lo que es tener una carrera cinematográfica pasando desapercibido) y a dirigir.
Chapó por los actores, en especial Sean Bean. Todo aquel que tenga memoria cinematográfica recuerda lo mucho que nos hizo disfrutar con su papel de Boromir en la trilogía de El Señor de los Anillos.
Magnifica ambientación. Escenarios creíbles, muy del estilo de la trilogía de Peter Jackson, pero menos brillantes y coloridos.
Buen guión, portador de una trama lenta y pesada, que te enseña paso a paso lo que es la vida en ese mundo, deja mucho trabajo al espectador. Eso me gusta.
Sólo hace falta esperar un poco y certificar, si el piloto no te convenció, de una gran serie sólo al alcance de la HBO.