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Voto de Sergiojimenez15:
8
Drama Segunda mitad del siglo XVII. Dos jóvenes jesuitas portugueses viajan a Japón en busca de su mentor, el conocido misionero Padre Ferreira. Los últimos rumores indican que, tras ser perseguido y torturado, Ferreira ha renunciado a su fe, algo difícil de creer para los sacerdotes que parten en su búsqueda. En Japón ellos mismos vivirán el suplicio y la violencia con que las autoridades japonesas persiguen a los cristianos, a los que ... [+]
10 de enero de 2017
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después del Silencio

Fundido a negro. El sonido de los grillos inunda la oscuridad de la sala. Las primeras personas empiezan a abandonar sus butacas. “Directed by Martin Scorsese” en la pantalla. Abandono también la sala. En silencio. Hasta que no pasa un alrededor de un minuto no comento casi nada de la película que acabo de ver con mi amigo. La valoración se limita a “ha estado bastante bien”, “que buen retrato del Japón del siglo XVI”, y poco más. Entramos al parking. Cogemos el coche. Conduzco hasta su casa y le dejo. Serían alrededor de las 1:40 AM: se nota el desgaste de casi tres horas de película. Conduzco hasta mi casa, aparco, y hago poco más que dormirme inmediatamente.

"Un cazo agujereado se introduce en un charco de agua casi hirviendo. Se recoge una cantidad considerable. Acto seguido, esa agua abrasa gota a gota a un japonés amarrado a una cruz".

“Es normal”, pienso. Alguna que otra imagen de la película me sobrevuela la mente antes de dormir. Mientras me revuelvo entre las sábanas buscando dormirme, pienso en lo que acabo de ver, pero sin mucha profundidad crítica.

Me despierto, y comienzo mi rutina habitual: desayuno, me visto, hago la cama…. "Una cabeza rueda por la arena, dejando un hilo de sangre a su paso". Al igual que cuando veo otras películas de cierto nivel reflexivo, las voy digiriendo con el paso de los días, de los momentos en que mi mente se abstrae de mi realidad, para ir a la "otra realidad". Hay imágenes que no se me van en todo el día, especialmente una: el rostro lleno de fe del anciano frente al enérgico mar, amarrado a la cruz, como su "Deusu".

Con el paso de las horas, y de los días, mi estima hacia la película va en aumento. Cierto es que, en el momento, puede parecer tediosa y más lenta de lo que debería, pero luego aprecias ese tiempo, esa contemplación visible en la interpretación de Andrew Garfield, esa desolación ante tanta maldad. Mención aparte para el momento en el que finalmente aparece Liam Neeson en escena, en el que uno llega a perder toda la esperanza, cualquier atisbo de que al final todo irá bien para los indefensos mártires japoneses.

Tras ya casi una semana tras el visionado, mi crítica hacia la película tiene mucho a su favor, como el maravilloso retrato de la cultura feudal de Japón en el siglo XVI, o un villano realmente aterrador, no por su maldad, sino por su capacidad para simular ser un líder magnánimo y bondadoso con su población, a la que libra del mal extranjero que es considerado el cristianismo. También es cierto que, aunque la actuación de Andrew Garfield es soberbia, las correspondientes a Adam Driver (que ya nos ofrece una maravilla como Paterson) y Liam Neeson son mucho más reducidas de lo esperado, al ser considerados ambos tres coprotagonistas. Sin duda, dos enormes capacidades dramáticas seriamente desaprovechadas.

Dos cosas para terminar. Pienso que ambos finales de historia (el que se ofrece, y el que todos esperábamos, sin desvelar la verdad) son igualmente válidos, puesto que supondrían cosas totalmente distintas para la narración de la película. Y por último, comentar que Martin Scorsese ha vuelto con un film que a priori parece no llevar su sello más característico (auge y caída de personas problemáticas), pero sin duda no defraudará a todo aquel que quiera ver un cine reflexivo y contemplativo de mucha calidad.
Sergiojimenez15
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