Imagina un día de tu vida: sacas al perro, vas a la central nuclear a trabajar, el jefe te echa la bronca... ahora, cierra los ojos y ve esos emotivos momentos criticados de la forma mas absurda y realista que creas. Todo esto, interpretado por unos seres humanoides de aspecto amarillento (excepto si ese ser es Apu Nahasapeemapetilon); estos seres son los Simpson.

Ahora bien, deberíamos distinguir entre los dos periodos de esta serie; la primera, con el antiguo doblador (el cual parece que nació para ponerla la voz a Homer) y la segunda con el nuevo doblador, mucho mejor la primera. Esto no quiere decir que la culpa de la decadencia (a mi entender) recaiga sobre él (o ellos ya que le cambian la voz a unos cuantos personajes), si no por los pésimos y absurdos guiones (sin crítica ninguna a nada y un humor parecido al de "videos de primera").

A pesar de todo, serie de culto que ha marcado un hito en la historia de la televisión y que ha servido para crear (o mejorar) un tipo de humor marcado por la ironía a la sociedad y ha permitido que otras series como "Padre de familia" siga su senda. Esperemos que Matt Groening sopese seriamente la idea de retirarse (o seguir con "Futurama") para acabar con la cabeza alta.