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Voto de Elcinederamon:
8
Drama. Romance. Comedia Jean-Louis, un ingeniero católico de treinta años, descubre un día a la salida de misa a Françoise, una mujer rubia, y presiente que algún día se casará con ella, pero la pierde entre la multitud. Por otra parte, su viejo amigo Vidal, marxista convencido, lo lleva a casa de Maud, una bella divorciada. (FILMAFFINITY)
27 de septiembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi noche con Maud de Éric Rohmer es una comedia dramática y romántica de la Nouvelle vague basada en un hombre católico de 30 años que descubre en la iglesia a una mujer rubia de la que se enamora y decide seguirla para conocerla, pero antes de que ocurra todo eso conoce a Maud a través de un amigo, sosteniendo con ella profundas conversaciones que cambiarán su modo de percibir la vida. Dirigida con un ritmo tranquilo que no se toma prisas en exponer sus personajes y con un estilo particular que se distancia bastante de lo más convencional al profundizar mucho en unos personajes muy reales, es una obra magnífica en lo que se propone serlo por sus larguísimas conversaciones que parecen como la lectura de un libro, absorbiendo al público con mucha naturalidad y acierto y logrando con ello un título imprescindible en la Nouvelle vague que es de visión obligada para sus seguidores.
La fotografía en blanco y negro de Néstor Almendros es perfeccionista y exquisita en definición, logrando una labor confortante y cautivadora que de forma excelente y magistral logra imágenes estéticamente inspiradoras. La música es escasa y no se usa en todas las escenas, predominando mucho los silencios aunque cuando la música sale a escena suenan sonidos clásicos e instrumentales de Mozart. Los planos y movimientos de cámara consuman una buena labor técnica a través de los subjetivos, reconocimiento, primeros planos, detalles, plano-contraplanos, plano-secuencia largos y tercera persona que exprimen lo mejor de las interpretaciones.
Las actuaciones son admirables y concluyentes. Como protagonistas Jean-Louis Trintignant está inexpresivo e impasible en una enorme labor con calado psicológico y Françoise Fabian está sensual y algo provocadora en un reluciente y auténtico papel, siendo remarcables y en la misma línea los trabajos de Marie-Christine Barrault, Antoine Vitez y Leonid Kogan. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones elegantes y distinguidos en una formal tarea que está bien trabajada y que junto con los interiores y exteriores naturales te transportan con efectividad al movimiento de la Nouvelle vague.
El guion, escrito por el director, está basado en una historia sencilla pero plagada de conversaciones filosóficas y trascendentales para descubrirse a sí mismo y al otro personaje, dando al espectador un ejemplo de cine personal y profundo que añade de forma valiente un granita nuevo al gran mundo cinematográfico y en especial a la Nouvelle vague, finalizando uno de los films más imprescindibles de este movimiento cinematográfico. Esto se lleva a cabo con una narrativa profunda con voz en off explicativa y pensativa, siendo el resto clásico e intachable en resultado en una inteligente labor que marca la personalidad de cada personaje. Cabe destacar también, el montaje seguido y acompasado que aún siendo de un ritmo lento, atrapa al espectador con su narrativa.
Concluyendo, la considero una magnífica obra de la Nouvelle vague que con mucha naturalidad muestra a unos personajes sencillos que van poco a poco mostrando su forma de ser, desnudándose delante del espectador para dar a este una lección de buen cine que se apoya en la narrativa e interpretaciones y no el que intenta sorprender con aspectos técnicos y efectistas. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos y narrativa que vuelven a Una noche con Maud, un film soberbio en su categoría que cautivará hasta a los cinéfilos más exigentes.
Elcinederamon
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