Christopher Nolan ya apuntaba su talento, y su predisposición a mantener retos con sus espectadores a través de los acertijos en que convierte a sus películas, en la que el espectador, tras visionarlas, no le queda más que reflexionar acerca de lo que ha visto para intentar comprenderlo, o comentarlo con su pareja o sus amigos intercambiando sus ideas para buscar una explicación lógica sobre lo que realmente te quiere decir el director, y si te lo ha dicho y cómo te lo ha dicho.

Película que parte de una persona que no puede mantener sus recuerdos inmediatos, y que es manipulado por otros, Teddie y Natalie, o el mismo se pone en el trance a automanipularse para poder seguir viviendo. Difícil comprensión, y yo recomiendo volver a verla para que cada espectador resuelva sobre lo que ha visto y cual es el mensaje último.

Sobresaliente, 9, Nolan, como casi siempre.