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Voto de Losticus:
2
7,6
104.107
Comedia. Drama
Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio). A mediados de los años 80, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. ... [+]
1 de mayo de 2016
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película sin pies ni cabeza, a pesar de lo cual a mucha gente le encantará, y es que hay gente que cree que lo que en esta cinta se relata es La Biblia, que todos en Wall Street son estafadores chorizos amorales, y que el capitalismo por tanto es malo, caca, culo, pedo, pis.
La película, en mi opinión, es una auténtica y enorme mierda indigna de Scorsese, al que admiro por muchísimas otras grandes cintas que tengo en mi altar. De verdad no entiendo qué quería contarnos con esta película absolutamente vacía, intrascendente, inverosimil, estúpida, chabacana y laaaarga como ella sola.
Como burda caricatura de ciertas actitudes sociales todavía tiene un pase, pero como retrato del Wall Street de los 90 ni de coña. Como argumento contra el capitalismo vale lo mismo que valdría "Desmadre a la Americana" como argumento contra la Universidad.
La película, en mi opinión, es una auténtica y enorme mierda indigna de Scorsese, al que admiro por muchísimas otras grandes cintas que tengo en mi altar. De verdad no entiendo qué quería contarnos con esta película absolutamente vacía, intrascendente, inverosimil, estúpida, chabacana y laaaarga como ella sola.
Como burda caricatura de ciertas actitudes sociales todavía tiene un pase, pero como retrato del Wall Street de los 90 ni de coña. Como argumento contra el capitalismo vale lo mismo que valdría "Desmadre a la Americana" como argumento contra la Universidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Se supone que estamos ante un chaval brillante que entra a trabajar de machaca en Wall Street, y en su primer día, SU PRIMER DIA, el jefe del tema ya le invita a comer en el restaurante de la última planta y le explica de qué va todo aquello: "a ver, chaval, no seas pringao, no tengas principios, no te preocupes por los clientes. Que se jodan. Lo importante es la pasta que te metes en el bolsillo, los martinis de Absolut, la coca y las putas".
Solo unos meses después de tan brillante consejo el FBI entra en las oficinas de dicha empresa y le cierra el chiringuito al jefe por chorizo. Y nuestro inteligente e idealista héroe, que al igual que sus compañeros se queda en paro, en lugar de aprender de la lección y decir "mira a donde lleva la mierda de consejos que me dió ese tío" decide seguir con ellos estafando a pequeños inversores en una empresa de acciones de a penique ubicada en un suburbio de Dios sabe donde, en la que por cierto llega como Baldwin en Glengary Glenn Rose a explicarles a todos cómo se vende, aplicando, supuestamente, las mismas técnicas que cuando trabajaba en la empresa de Wall Street. Como si la gente fuera gilipollas y le diera 6000$ lo mismo a Morgan Stanley que a Pepito Pérez Brokers. Y hay quien se lo cree. Y no contento con ello, nuestro prota decide montarse por su cuenta.
Y ¿con quienes empezará su startup moneymaker? ¿Contacta con antiguos compañeros en paro de la empresa de Wall Street que tienen sus mismas técnicas y, por tanto, podrían vender tanto como él? Pues no, señores, se lleva nada más y nada menos que a un puñado de perdedores de la empresa Pepillo Pérez Brokers, un puñado de nerds difícilmente creíble, donde no hay ni uno normal, como sacados de "Desmadre en la Universidad" o "Los Increíbles Albóndigas".
Por supuesto, ni que decir tiene, se comen el mundo a una velocidad increíble, porque la gente es tonta y tu le pones un anuncio con un León y dices que tu nueva empresa tiene 100 años y la gente, que te da 6000$ así como así, ni investiga ni nada. Luego ya la película deriva a una especie de "Despedida de Soltero" a lo bestia, con un socio gafotas que ¿pretende ser gracioso? pero es todo un degenerado capaz de cascársela delante de los invitados de una fiesta (¿alguien de verdad cree que en los ambientes inversores de Wall Street se tendría por alguien serio con quien sentarse a negociar a semejente elemento?), con "reuniones" de trabajo donde lo que se debate es si se puede contratar a enanos para lanzarlos contra una diana, mientras en las oficinas fuera la gente hace el cafre como si del patio de un parvulario se tratase...
En fin, que las dos horas y media de metraje que quedan después de que el prota monte su chiringuito no son nada más que escenas de coca, putas, borrachos, coca, putas, borrachos, coca, putas, borrachos,... y así ya hasta casi las tres horas, tres horas que te pasas esperando que aquello dé un giro y todo lo que has visto hasta entonces no sea más que una histriónica caricatura, que será explicada y tendrá razón de ser cuando la película gire... pero NO GIRA. Seguimos viendo coca, putas, borrachos, coca, putas, borrachos... hasta los créditos.
Tenemos entre tanta coca, putas y borrachos un par de escenas del prota ligándose a la tía más buena y pasando del callo de su mujer, que aunque están podridos de pasta sigue gastando permanente barata y vistiendo como una latina pobre de "West Side Story", frente a la buenorra finísima que encima es diseñadora de lencería. Ni siquiera sabemos exactamente el por qué le persigue el FBI, ni vemos nada de su proceso donde podría escarmentar o tener alguna catarsis... nada de nada. Más coca, putas y borrachos, hasta el final. Y a ninguno le da un infarto de miocardio después de tirarse días y días de fiesta hasta las trancas de drogas de todo tipo y de alcohol... bueno, si, a uno le da un infarto: casualmente al amigo que se pasa el dia en el gimnasio y que no le mola ir con ellos de coca, putas y borrachera.
Solo unos meses después de tan brillante consejo el FBI entra en las oficinas de dicha empresa y le cierra el chiringuito al jefe por chorizo. Y nuestro inteligente e idealista héroe, que al igual que sus compañeros se queda en paro, en lugar de aprender de la lección y decir "mira a donde lleva la mierda de consejos que me dió ese tío" decide seguir con ellos estafando a pequeños inversores en una empresa de acciones de a penique ubicada en un suburbio de Dios sabe donde, en la que por cierto llega como Baldwin en Glengary Glenn Rose a explicarles a todos cómo se vende, aplicando, supuestamente, las mismas técnicas que cuando trabajaba en la empresa de Wall Street. Como si la gente fuera gilipollas y le diera 6000$ lo mismo a Morgan Stanley que a Pepito Pérez Brokers. Y hay quien se lo cree. Y no contento con ello, nuestro prota decide montarse por su cuenta.
Y ¿con quienes empezará su startup moneymaker? ¿Contacta con antiguos compañeros en paro de la empresa de Wall Street que tienen sus mismas técnicas y, por tanto, podrían vender tanto como él? Pues no, señores, se lleva nada más y nada menos que a un puñado de perdedores de la empresa Pepillo Pérez Brokers, un puñado de nerds difícilmente creíble, donde no hay ni uno normal, como sacados de "Desmadre en la Universidad" o "Los Increíbles Albóndigas".
Por supuesto, ni que decir tiene, se comen el mundo a una velocidad increíble, porque la gente es tonta y tu le pones un anuncio con un León y dices que tu nueva empresa tiene 100 años y la gente, que te da 6000$ así como así, ni investiga ni nada. Luego ya la película deriva a una especie de "Despedida de Soltero" a lo bestia, con un socio gafotas que ¿pretende ser gracioso? pero es todo un degenerado capaz de cascársela delante de los invitados de una fiesta (¿alguien de verdad cree que en los ambientes inversores de Wall Street se tendría por alguien serio con quien sentarse a negociar a semejente elemento?), con "reuniones" de trabajo donde lo que se debate es si se puede contratar a enanos para lanzarlos contra una diana, mientras en las oficinas fuera la gente hace el cafre como si del patio de un parvulario se tratase...
En fin, que las dos horas y media de metraje que quedan después de que el prota monte su chiringuito no son nada más que escenas de coca, putas, borrachos, coca, putas, borrachos, coca, putas, borrachos,... y así ya hasta casi las tres horas, tres horas que te pasas esperando que aquello dé un giro y todo lo que has visto hasta entonces no sea más que una histriónica caricatura, que será explicada y tendrá razón de ser cuando la película gire... pero NO GIRA. Seguimos viendo coca, putas, borrachos, coca, putas, borrachos... hasta los créditos.
Tenemos entre tanta coca, putas y borrachos un par de escenas del prota ligándose a la tía más buena y pasando del callo de su mujer, que aunque están podridos de pasta sigue gastando permanente barata y vistiendo como una latina pobre de "West Side Story", frente a la buenorra finísima que encima es diseñadora de lencería. Ni siquiera sabemos exactamente el por qué le persigue el FBI, ni vemos nada de su proceso donde podría escarmentar o tener alguna catarsis... nada de nada. Más coca, putas y borrachos, hasta el final. Y a ninguno le da un infarto de miocardio después de tirarse días y días de fiesta hasta las trancas de drogas de todo tipo y de alcohol... bueno, si, a uno le da un infarto: casualmente al amigo que se pasa el dia en el gimnasio y que no le mola ir con ellos de coca, putas y borrachera.