La única parte que sí me parece desentonar bastante (y por eso no le he dado un 8) es el final. La resolución tan drástica me pareció demasiado rápida cuando yo esperaba un enfrentamiento algo más desarrollado, como si de repente se hubieran dado cuenta de que llevaban demasiado metraje y hubieran decidido acabar la obra mal y corriendo, como un alumno perezoso que llega tarde a la entrega de un trabajo. En general todo lo del helicóptero parece llevar muy lejos la exageración (por otro lado propia de este tipo de cine) de la acción, sobre todo cuando se introduce en el túnel.

Además, lo cierto es que peca de cierta previsibilidad. Desde que el personaje de Emmanuelle Béart vuelve a aparecer, viva, yo ya sabía que era o la traidora o parte de ella. En parte por eso no queda del todo bien claramente desarrollada la escena de la "revelación" en el tren, que parece un poco desconectada del resto del film.