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Voto de Juggernaut:
5
Terror. Intriga En 1959, en Dyatlov Pass, fueron encontrados desnudos y mutilados los cadáveres de nueve esquiadores. Muchos años después, un grupo de estudiantes se traslada al escenario de los hechos para investigar esas extrañas e inexplicables muertes. Lo que les sucederá alcanza mucho más allá de la más aterradora imaginación... (FILMAFFINITY)
23 de diciembre de 2013
26 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguimos con la moda del “metraje encontrado”, muchos films en los últimos años, con desiguales resultados en el global y con pocos de ellos brillantes. Me reconozco seguidor del género, y me gusta bastante ese inquietante tono que la mayoría de estos films consiguen dar con muy poquitos medios.
En este film, el director no es ningún novel que quiere hacerse un hueco en la industria, es un veterano que quiere volver a meter la cabeza en ella, porque en estos momentos está casi olvidado el amigo Renny Harlin, por lo menos para películas de renombre en la gran pantalla. Alguien que no olvidemos es responsable de “La Jungla 2: Alerta Roja”, (1990) o “Maximo riesgo” de 1993. Aunque su cruz fue el fracaso monumental que acabo con la productora Carolco en 1995, “La isla de las cabezas cortadas”.
Película que basándose en una más que interesante historia, sin ninguna explicación a día de hoy clara de lo sucedido, comienza bastante bien y capta la atención de forma inmediata. El problema es que cuando pretenden darnos “SU” explicación de los hechos acaecidos en 1959, el film se despeña como el propio alud que sale en la película.
Quien sabe, igual hasta han acertado… pero a priori suena bastante, bastante enrevesado el guión, que además comete un error histórico. El supuesto experimento Filadelfia (sin demostrar que sucedió, aunque los testigos hablan del 28 de octubre de 1943) al que hacen referencia los protagonistas en el momento clave del film, no fue para investigar la teletransportación , con el USS Eldridge de la fotografía como conejillo, el experimento era con el fin de tratar de hacer invisible a los barcos o aviones al radar, con campos electromagnéticos creados para el ejercicio, pero que dio como resultado la desaparición accidental del destructor en Filadelfia y su aparición en Norfolk (Virginia) a unos 600 km de distancia. Eso es supuestamente lo que sucedió, pero fue por accidente, no era eso lo que buscaban.
En fin, tampoco hay que darle muchas vueltas, ya que aunque el film se reviste de ese barniz de hechos reales que da el “metraje encontrado”, no deja de ser una película de ciencia-ficción con ribetes de terror, y que en su parte final flojea escandalosamente, aunque la salvo de la quema total por esos 45 primeros aceptables minutos.
Desconocido reparto para dar más efecto de realidad al asunto encabezado por Holly Goss a la que tan solo se le ha visto en alguna serie de televisión, Matt Stokoe, (Misfits, TV), Luke Albright (12 Trampas, 2009), y Gemma Atkinson (Airborne, 2012).
Para aficionados a misterios inexplicables y al “found footage”, aunque a más de uno decepcionara. Para los no iniciados en este género, no la recomiendo, porque pueden odiarlo sin llegar a conocerlo, ya que hay mejores opciones para iniciarse como la noruega “Troll Hunter” de Andre Ovredal, (2010) o la impactante y aterradora “Extrañas criaturas” (The MacPherson Tape, 1998), un telefilm de Dean Alioto.
Juggernaut
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