Un poco decepcionado con su carrera, (para nada lo comparto) Martin ansiaba encontrar la gran película épica que le catapultara al mundo de los grandes directores, y con ello tuviera acceso a los grandes estudios de Hollywood. Pues bien, esto le llovió en forma de libro, como le pasara en su día a Coppola. Y nunca más lejos de la realidad, Martin al igual que Coppola, se obsesionó con los personajes y creó la actualización del gran cine épico de la Mafia. Realismo es lo que refleja esta película en todos los fotogramas de su metraje, formidables actuaciones, un ritmo y una dirección trepidante y una redondez total, otorgándole a Scorsese el gran film épico que buscaba y la carta de presentación para acceder a los grandes estudios.