Creo recordar que sucedió un día de verano. No tenía nada que hacer asique opté por ver una de las cientos de películas (que por suerte) posee mi padre. Desde el principio me llamó la atención el reverso de su caratula, pero mi sorpresa fue mayor al comprobar que en la portada se hallaban los nombres de Brad Pitt y el siempre magnífico Morgan Freeman. No lo dudé ni un segundo, fui rápidamente a mi cuarto y me dispuse a verla sin molestarme siquiera en leer la sinopsis. Solo con ver los créditos iníciales sentí que me disponía a ver una buena película. Estaba equivocado. Al terminar sentí lo que normalmente se siente cuando ves algo realmente maravilloso, realmente increíble. Desde ese preciso instante las imágenes se me quedaron en la retina y supe que definitivamente era la mejor película de thriller que había visto (y posiblemente veré) en mi vida. Ninguna te transporta a esa atmosfera húmeda y oscura como lo hace seven.

En un ámbito más general, la película cuenta con una fotografía exquisita apoyada con una banda sonora también notable que se ajusta a las diferentes situaciones del film. Brad Pitt hace una buena interpretación, pero Morgan Freeman es totalmente sublime con su personaje, por un lado misterioso y por otro más cercano (No sé si esta calificación es correcta porque siento verdadera adoración por este hombre).

Para acabar, revelaré que esta ha sido mi primera crítica y espero que el menos os haya dado una breve impresión de lo que significa esta obra maestra del cine.