Mira que soy de esos espectadores que dice "¿que esperabas ver?" cuando se dan palos a ciertas películas. Yo, loco de la vida que soy, esperaba ver una película sobre Hércules. Nada más alejado de la realidad.
¿Los 12 trabajos? ni rastro pese a que meten al león, ¿su legendaria fuerza? solo cuando le da el tabardillo, ¿sus enfrentamientos con monstruos o dioses? no nos queda nada de eso oiga.

Primero el amigo Lutz. Es el clásico musculoca con cara de bobo y mechas rubias de gimnasio barato. Ya su talento interpretativo mejor ni lo hablamos. El resto de los que aparecen por pantalla tienen el detalle de hacerlo igual o peor para no eclipsar.

Y con los efectos especiales de mercadillo vemos como copian el estilo de "Casi 300" (no me he confundido, no), discursos como "Gladiator" e incluso el hermano parece a Joaquin Phoenix para dar saltos que mezclan las peleas de "Jhon Carter" o las peleas de jedais.
Pero tras esta versión lamentable de la serie "Spartacus" le ha dado por innovar copiando momentos del videojuego "God of War".

La versión hercúlea de este mismo año realizada por "The rock" tiene asegurado superar este engendro que aburre, no transmite nada y consigue tirar al barro el nombre del héroe griego.