En una noche de frío siciliano, dos cuentacuentos ambulantes se refugian en una cueva, donde se encuentran a un oso anciano. Para aplacarle deciden contarle uno de sus más épicos relatos: la invasión de Sicilia por parte de la comunidad de osos liderada por Leone para recuperar a Tonio, su hijo raptado. Un viaje de batallas y victorias que conllevó prosperidad pero también avaricia y corrupción. Una fábula infantil sobre los peligros de la ambición. Un cuento con moraleja y corazón sobre la pérdida de la inocencia y las sendas del mal inherentes a la sociedad humana, que debemos aislar de las organizaciones gregarias de otras razas animales. Guerra, victoria, convivencia y la perpetua sombra del poder. Una película que entretiene sin tratar a nuestros niños de tontos, que les sorprende y les invita a pensar. Cada vez es menos habitual que se vean este tipo de narraciones en el cine de animación, y deseamos que futuras producciones sigan su ejemplo. Si bien es una película con suficientes texturas para ser considerado cine de verdad, la película es perfecta a la hora de recrear la sensación que experimentamos al leer un cuento ilustrado. Como no podía ser de otra manera, la animación es excelente, no tanto en los movimientos como en el diseño de personajes. Muy lograda banda sonora, que complementa y da vida al montaje. Energía predominante, sobre todo, en las batallas y momentos de acción. Una película, a grandes rasgos, tierna y gentil.

Tras unos pocos minutos y vistas las primeras escaramuzas, el espectador no podrá evitar lamentarse por la ligereza de lo narrado, por la velocidad a la que suceden las cosas. Varios son los instantes que deseamos saborear, aguados por un toque de festejo juvenil que les resta calado. A nivel tonal la película resulta endeble, con apenas unas secuencias de explosión dramática en un desarrollo de escasa implicación emocional. El desarrollo argumental hace escala en estructuras de guión demasiado habituales, casi obligadas en las películas de animación (los niveles de hartazgo con la inevitable secuencia de enfrentamiento o división de aliados son ya infinitos), y es tan breve el filme que una vez concluido deseamos una oleada de explosión de sensaciones por parte del equipo creativo que nunca llega. Es una pena que tras una apertura tan sugerente y misteriosa el filme sea incapaz de mantener esa intrigante atmósfera.

Sencilla, elocuente y cívica, La famosa invasión de los osos en Sicilia es cine del que tus niños no se pueden perder, pero se acaba quedando en eso.