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Voto de Néstor Juez:
7
7,0
3.254
Drama
El preso político Lu Yanshi es liberado cuando termina la Revolución cultural. Cuando regresa a casa, descubre que su esposa sufre de amnesia; no lo reconoce y continúa esperando el retorno de su esposo sin darse cuenta de que está a su lado. (FILMAFFINITY)
28 de septiembre de 2016
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una extensa y prestigiosa filmografía a sus espaldas (de la que del momento servidor ha disfrutado de la sublime La linterna roja), el Xi´anés Zhang Yimou, algo diluido a nivel mediático en la última década, siempre suscita el interés del aficionado cuando estrena filme. Con dos años de retraso llega a España Regreso a casa, donde visita una vez más el melodrama triste y tierno. Y los resultados son muy altos tanto a nivel formal como narrativo, pues aunque precise cierta suspensión de incredulidad, su tragedia histórica, tan desoladora como afectuosa, conmueve con alta intensidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Basada en la novela de Geiling Yan, se nos cuenta la historia de Feng Wanyu (una sobresaliente Gong Li), una mujer que, durante la revolución cultural en China, ha sufrido el apresamiento de su marido Lu Yanshi (Chen Daoming) por afinidad política contraria al régimen. Años después, llega a sus oídos la noticia de que se ha escapado, y su deseo de encontrarse con él le llevará a actuar a escondidas frente a todo el mundo, incluido su hija adolescente Dandan, bailarina de ballet afín al partido que hará lo que haga falta para lograr el papel protagonista en una obra de propaganda política de la escuela. Tras varias décadas de dolor y rencor, Lu será finalmente absuelto, pero nada será ya como antes, pues Wanyu es víctima de un extraño comportamiento. Partiendo de que el núcleo narrativo es la imposibilidad del encuentro amoroso entre la pareja, separada durante años por la tiranía de opinión del régimen de Mao, debido a la incapacidad de Wanyu para descubrir que su marido hace mucho que regresó y está delante de sus ojos, las explicaciones científicas y sucesos médicos utilizados para explicar esta carencia rozan inevitablemente la inverosimilitud. Pero ello no supone, ni mucho menos, un obstáculo insuperable para disfrutar la narración. En un marco de crítica al régimen represivo de los 70 (usando para ello algunas escenas de diálogo algo demasiado obvio en sus inicios), la película se adentra, durante la mayoría de su metraje, en un melancólico y humanitario reencuentro de la familia rota, y un ingenioso empeño por esquivar la anomalía materna y reparar las heridas aún lacerantes del pasado y la traición filial.
Su tono y desarrollo sigue una línea continuista y reiterativa (con la excepción de unas excelentemente planificadas escenas de acción cuando el escapado Lu se cuela en su hogar a escondidas durante la noche lluvioso al inicio), pero la excelente fotografía de Zhao Xiaoding (una realización dinámica de tomas en grúa y zooms lentos y prolongados , junto con un montaje raudo, dotan al filme de ritmo, elegancia y un estilo sobrio), la reflexiva y pausada música compuesta por Qijang e interpretada por Lang Lang, y unas grandes interpretaciones (en particular de una Gong Li que dota a su complicado personaje de múltiples matices gestuales, corporales y conductuales) dan al filme una hondura sentimental potente y embaucadora, y logran varias escenas de sobresaliente factura. Apoyado todo en un guión bien armado y completo, que brilla en su sutil y gradual introducción de los elementos narrativos de importancia recapituladora, el filme logrado es notable en muchos frentes.
Monocorde en su tono sentimental y excesiva en su intensidad melodramática, Regreso a casa hace uso, sin embargo, de un portentoso dominio de las herramientas cinematográficas para narrar un relato bonito y humano, vistoso y desgarrador, triste y esperanzador. Es gracias a expresiones como estas que podrá redimirse el pasado, y la expresión artística en su más alto nivel trasciende las fronteras culturales.
Su tono y desarrollo sigue una línea continuista y reiterativa (con la excepción de unas excelentemente planificadas escenas de acción cuando el escapado Lu se cuela en su hogar a escondidas durante la noche lluvioso al inicio), pero la excelente fotografía de Zhao Xiaoding (una realización dinámica de tomas en grúa y zooms lentos y prolongados , junto con un montaje raudo, dotan al filme de ritmo, elegancia y un estilo sobrio), la reflexiva y pausada música compuesta por Qijang e interpretada por Lang Lang, y unas grandes interpretaciones (en particular de una Gong Li que dota a su complicado personaje de múltiples matices gestuales, corporales y conductuales) dan al filme una hondura sentimental potente y embaucadora, y logran varias escenas de sobresaliente factura. Apoyado todo en un guión bien armado y completo, que brilla en su sutil y gradual introducción de los elementos narrativos de importancia recapituladora, el filme logrado es notable en muchos frentes.
Monocorde en su tono sentimental y excesiva en su intensidad melodramática, Regreso a casa hace uso, sin embargo, de un portentoso dominio de las herramientas cinematográficas para narrar un relato bonito y humano, vistoso y desgarrador, triste y esperanzador. Es gracias a expresiones como estas que podrá redimirse el pasado, y la expresión artística en su más alto nivel trasciende las fronteras culturales.