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Voto de Néstor Juez:
7
7,0
28.172
Animación. Fantástico. Aventuras. Comedia. Infantil
Woody siempre ha tenido claro cuál es su labor en el mundo y su prioridad: cuidar a su dueño, ya sea Andy o Bonnie. Pero cuando Bonnie añade a Forky, un nuevo juguete de fabricación propia, a su habitación, arranca una nueva aventura que servirá para que los viejos y nuevos amigos le enseñen a Woody lo grande que puede ser el mundo para un juguete. (FILMAFFINITY)
1 de julio de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me escondo a la hora de pregonar a los cuatro vientos lo mucho que aborrezco la filosofía empresarial de Disney, y lo terrorífico que me parece a nivel creativo que estén absorbiendo a la competencia en el campo de batalla del cine de entretenimiento. El tiburón mediático ansía ganar aún más toneladas de dinero, y para ello bombardean la cartelera de producciones a través de sus cinco líneas de acción: Marvel, Star Wars, sus películas de animación propias, sus asquerosas adaptaciones a imagen real de sus clásicos animados y las producciones del estudio Pixar. Que duda cabe que esta última es la que más respeto me merece, si bien es cierto que el respeto que le guardaba ha decaído enormemente tras años de secuelas perezosas, mostrándose incapaces de sacar al mercado desde el estreno de la magistral Toy Story 3 hace ya casi una década. Y en esta ocasión contraatacan con otra secuela, pero de su buque de cabecera: nos llega la temida Toy Story 4. Teniendo en cuenta el altísimo nivel de la que podríamos considerar la mejor trilogía de la Historia del Cine, era difícil recibir con idéntico entusiasmo un nuevo capítulo eminentemente innecesario, con altas probabilidades de mancillar su legado. Sin embargo, servidor se debe a estos personajes, así que se aproximó a la sala de cine con prontitud. Y fui gratamente sorprendido no con una gran película ni una obra maestra, pero sí con la mejor película de Pixar de los últimos nueve años, y una digna adición a la saga. Una muy lograda y madura aventura de toque crepuscular que brinda temas de interés y avanza más en la excelencia de la animación. Nuevos horizontes para una montaña rusa con altibajos pero muy disfrutable y recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Nueve años después de haber cambiado de dueño e incorporarse a una mayor familia de juguetes, Woody (Tom Hanks, el alma de esta franquicia) no encuentra su sitio en este nuevo ambiente, siendo uno de los juguetes con los que menos juega su nueva dueña. Pero encontrará un nuevo rol cuando se comprometa a cuidar y vigilar de continuo al nuevo juguete favorito de Bonnie, Forky (Tom Hale), creado por la propia Bonnie a partir de un tenedor de plástico. Cuando la familia se lleve a los juguetes en unas vacaciones de caravana Woody y Forky se verán envueltos en trepidantes aventuras con nuevas amenazas y viejos conocidos. Un viaje de reafirmación, madurez y búsqueda de los caminos de cada uno en un mundo más grande que nunca, lleno de obstáculos y nuevos juguetes con nuevas filosofías y actitudes vitales. Un filme notable en su construcción; vibrante, divertido, emocionante y poblado por personajes atractivos. Buena realización y vigor en la acción para una película con muchos aciertos de guión. Encontramos a Woody en un punto fascinante, y el filme es el primero en plantear la desolación vital y desesperación neurótica del juguete abandonado de una manera tan depresiva, y el primero en abrir el horizonte de vivir como juguete realizado de manera independiente, sin estar vinculado a ningún niño. Vuelve un personaje ausente en la tercera entrega, que nunca estuvo tan bien como aquí. Las nuevas adquisiciones son estupendas, brillando con luz propia Forky y el concepto de los juguetes creados a partir de objetos inertes a los que les es dada la vida sin saber cuál es su naturaleza, qué son o cómo deben proceder. Villano loable también, parte de un nuevo escenario iconográficamente rico que permite parodiar clichés del cine de género. Se agradece que el tiempo invertido haya merecido la pena, y ver que Pixar sigue cuidando de manera especial los nuevos capítulos de su saga estrella.
Es una aventura de Woody, en la que los nuevos personajes acaparan el foco, a costa de que los secundarios clásicos queden relegados a un segundo plano que decepcionará a muchos fans. El más perjudicado es Buzz, que recibe bastante tiempo de pantalla pero también es transformado en un retrasado mental. El prólogo del filme impide que la introducción de cierto personaje clásico sea sorpresiva y por consiguiente más impactante. El filme fuerza más que nunca la credibilidad de que ningún humano vea nunca moverse a los juguetes, resultando esto crítico en un atropellado clímax final de carreras, vehículos manipulados y bandos yendo de un lado a otro, coronado por una despedida extremadamente ñoña en su afán de estirarse. Es un filme que en última instancia deja el sabor amargo de ser claramente innecesario, y de estar a la altura de lo ya establecido pero resultando inferior, y no enriqueciendo de manera relevante el mundo que ya conocíamos. Abriendo además un rumbo para el inevitable futuro en la saga (nos guste o no) tras la decisión final de un personaje capital (arriesgada, sin duda) que no resulta prometedor.
Aventurera, amarga y lúdica, Toy Story 4 es una nueva clausura más personal y rupturista con suficiente brillantez para merecer el retorno.
Es una aventura de Woody, en la que los nuevos personajes acaparan el foco, a costa de que los secundarios clásicos queden relegados a un segundo plano que decepcionará a muchos fans. El más perjudicado es Buzz, que recibe bastante tiempo de pantalla pero también es transformado en un retrasado mental. El prólogo del filme impide que la introducción de cierto personaje clásico sea sorpresiva y por consiguiente más impactante. El filme fuerza más que nunca la credibilidad de que ningún humano vea nunca moverse a los juguetes, resultando esto crítico en un atropellado clímax final de carreras, vehículos manipulados y bandos yendo de un lado a otro, coronado por una despedida extremadamente ñoña en su afán de estirarse. Es un filme que en última instancia deja el sabor amargo de ser claramente innecesario, y de estar a la altura de lo ya establecido pero resultando inferior, y no enriqueciendo de manera relevante el mundo que ya conocíamos. Abriendo además un rumbo para el inevitable futuro en la saga (nos guste o no) tras la decisión final de un personaje capital (arriesgada, sin duda) que no resulta prometedor.
Aventurera, amarga y lúdica, Toy Story 4 es una nueva clausura más personal y rupturista con suficiente brillantez para merecer el retorno.