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Voto de Monsieur Hulot:
8
Comedia En la época de la Ley Seca (1920-1933), Dave es un contrabandista de alcohol que está a punto de cerrar un trato importante con un mafioso de Chicago. Como las manzanas de la mendiga Annie siempre le han dado suerte, envía a uno de sus hombres a buscarla para cerrar la operación. Pero Annie está completamente desesperada: su hija, a la que no ve desde hace muchos años, llega de Europa acompañada de su novio y de su suegro, unos ... [+]
23 de diciembre de 2009
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha alegrado comprobar que en general esta película ha tenido buenas opiniones porque yo ya no sabía qué pensar. En todos los libros que he leído de Capra, la califican de desastrosa y abominable, el propio Capra la odiaba y deseaba no haberla hecho. Yo no entiendo nada, ¿hablamos de la misma película?

Quizás influya que la vi antes que la original (la maravillosa "Dama por un día"), pero revisionándola me mantengo en que es un buen remake. Es cierto que Bette Davis no es quizás la actriz adecuada para hacer de Annie Manzanas y que Glenn Ford me da la sensación de que se pasa buena parte de la película gustándose mucho y pensando "Jojojo, miradme, soy Glenn Ford", pero aún así cumplen.
A cambio tenemos a un grandioso Peter Falk que está magnífico en su papel secundario, además de la agradecida presencia de viejos amigos como Thomas Mitchell (uno de los mejores secundarios de la historia del cine y todos los superlativos que se les ocurran) o Edward Everett Horton.

Capra dirige con el piloto automático, llevaba muchos años inactivo y sus últimas obras eran de lo peor de su carrera, pero aún así lleva bien la historia y aunque no aporte nada a la original, yo la disfruto mucho, que supongo que es lo importante.

Creo que parte del desprecio que tiene el propio Capra hacia ella se debe a que fue un sonoro fracaso de taquilla. No me extraña, era absurdo intentar triunfar en los años 60 con una película de este estilo. La sociedad había cambiado, en los 30 la gente necesitaba entrañables comedias populistas como las que hizo Capra y por eso arrasó, pero en este caso el director no se dio cuenta de que aunque se negara a cambiar, el público lo había hecho y films como éste se verían trasnochados. Una pena que su despedida del celuloide fuera tan amarga, aunque el resultado final me parece muy bueno.
Monsieur Hulot
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