Esta película sigue el sistema de guión heroico tantas veces repetido en las películas norteamericanas, pero se destaca por tratar un entorno poco común para el grueso de la población: Las carreras de caballos.

"Seabiscuit" es un caballo al que se dan una y hasta dos oportunidades para correr, así como a su jockey y a su dueño, todos ellos luchadores natos que nunca se rinden.

Cosa interesante es la inserción de algunas partes narradas, a modo de documental (doblado por un conocido doblador de documentales, entre otras cosas), de la gran depresión, enmarcando así una historia que podría haber sido prácticamente atemporal a excepción de detalles como los coches, etc. Sin embargo, para mi gusto está un poco metido con calzador y rompe a veces ese aura en el que uno entra siguiendo el ritmo narrativo.

Los actores no destacan demasiado. Quiero decir que ni muy bien ni muy mal, pero porque el guión es tan cerrado a ese respecto que otro en el mismo lugar haría el mismo trabajo. (6/10)

Sobre el guión, lo dicho, cerrado y con final cantado, arquetípico pero en marco poco común (5/10)

La fotografía no es impresionante ni muy personal. La necesaria en estos casos pero bien hecha, de buena factura, más que decente. (7/10)