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Voto de Corsair:
6
8,1
32.155
Intriga
Andrew Wyke (Laurence Olivier) es un prestigioso escritor de novelas de intriga. Además, su pasión por los juegos de ingenio y las adivinanzas lo ha llevado a convertir su gran mansión en una especie de museo, donde se exponen los juguetes y mecanismos más extravagantes. Una tarde, invita a su casa a Milo Tindle (Michael Caine), amante de su mujer y propietario de una cadena de salones de belleza, para proponerle un ingenioso plan del ... [+]
8 de octubre de 2007
80 de 100 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cierto, son dos grandes actores y hay un buen guión... de teatro. Pero lo que puede servir en el teatro, no necesariamente sirve en el cine. Una película debería "mostrar" más, no "decir" tanto. ¿Acaso aporta algo la versión cinematográfica frente a la obra de teatro? Muy poco. Es teatro que se filma sin más.
A medida que avanza la película y avanza también la "montée en force" vengativa, contra lo que no debiera suceder, el espectador avanza también en desimplicación. La película va dejando de transmitir. Cada vez parece más hueca, más teatral (valga la redundancia).
La película, además, explota su narración en base a las diferencias sociales y culturales de los dos personajes: el uno aristocrata, rico, triunfador, culto y anglosajón; y el otro, vulgar, mediocre y de origen italiano... Y sin embargo se parecen demasiado. El personaje del peluquero no está bien logrado, es demasiado educado; no transmite ni su supuesto caracter latino, ni se le adivina arribismo, ni tiene el aire de chulito que se le supone. Suerte que el filme nos "dice" que el personaje de Michael Caine tiene la identidad que tiene, porque si no no lo sabríamos, porque el filme no lo "muestra".
A medida que avanza la película y avanza también la "montée en force" vengativa, contra lo que no debiera suceder, el espectador avanza también en desimplicación. La película va dejando de transmitir. Cada vez parece más hueca, más teatral (valga la redundancia).
La película, además, explota su narración en base a las diferencias sociales y culturales de los dos personajes: el uno aristocrata, rico, triunfador, culto y anglosajón; y el otro, vulgar, mediocre y de origen italiano... Y sin embargo se parecen demasiado. El personaje del peluquero no está bien logrado, es demasiado educado; no transmite ni su supuesto caracter latino, ni se le adivina arribismo, ni tiene el aire de chulito que se le supone. Suerte que el filme nos "dice" que el personaje de Michael Caine tiene la identidad que tiene, porque si no no lo sabríamos, porque el filme no lo "muestra".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En la primera parte, el juego creo que está bien conseguido y consigue plenamente el efecto buscado. No así en las dos partes siguientes.
Al inicio de la segunda parte, con la venganza de Michael Caine, su caracterización como detective deja bastante que desear y todos pueden identificarle como el peluquero italiano; lo que mina gran parte de la credibilidad de la acción que está aconteciendo, pues el espectador ya descubre el juego, y el único que parece ignorarlo es el aristocrata.
La tercera parte, con la segunda venganza de Caine, resulta ya fácil que el espectador presuponga que se trata de un juego. ¡Ya ha habido dos antes! El espectador intuye que el peluquero está volviendo a engañar al aristocrata muy poco después que éste inicie desesperadamente la búsqueda de las cuatro pruebas falsas inculpatorias.
¿Y el final? Decepcionante. Con un Caine partiéndose a mandibula batiente, después de haber sido disparado por el aristocrata... es un final ridículo. Ciertamente vence en el estúpido juego, pero pierde en la vida. En fin... Como si fuera creible esta hipótesis y, además, hasta se permite carcajearse del aristocrata homicida mientras agoniza por los suelos. Un final indigno.
Al inicio de la segunda parte, con la venganza de Michael Caine, su caracterización como detective deja bastante que desear y todos pueden identificarle como el peluquero italiano; lo que mina gran parte de la credibilidad de la acción que está aconteciendo, pues el espectador ya descubre el juego, y el único que parece ignorarlo es el aristocrata.
La tercera parte, con la segunda venganza de Caine, resulta ya fácil que el espectador presuponga que se trata de un juego. ¡Ya ha habido dos antes! El espectador intuye que el peluquero está volviendo a engañar al aristocrata muy poco después que éste inicie desesperadamente la búsqueda de las cuatro pruebas falsas inculpatorias.
¿Y el final? Decepcionante. Con un Caine partiéndose a mandibula batiente, después de haber sido disparado por el aristocrata... es un final ridículo. Ciertamente vence en el estúpido juego, pero pierde en la vida. En fin... Como si fuera creible esta hipótesis y, además, hasta se permite carcajearse del aristocrata homicida mientras agoniza por los suelos. Un final indigno.