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España España · Asturias
Voto de Choco:
7
Intriga. Romance En el centro psiquiátrico donde trabaja la psicoanalista Constance Petersen (Ingrid Bergman), el Dr. Murchison (Leo G. Carroll) anuncia su retiro de la dirección, en cuyo reemplazo llegará el eminente Dr. y escritor Anthony Edwardes, a quien, justamente, Constance admira muchísimo aunque no le conoce... pero, el mismo día en que el joven y apuesto director (Gregory Peck) es presentado ante los directivos, la psicoanalista comenzará a ... [+]
10 de marzo de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curioso!. Normalmente cuando me cambia la mirada, suele ser para encontrar patéticas películas que un día me gustaron. No me suele suceder que me gusten a posteriori, películas que en principio encontré aburridas.
No sé por qué encontraba aburrida esta. Es una peli que está muy bien. Eso sí, las técnicas de psicoanálisis son de morirse de risa. Con la doctora diciéndole al pobre amnésico "Recuerda, recuerda!" así como cuando le dicen a la que da a luz "Empuja, empuja!". Pero la que da a luz puede empujar. Lo de que se pueda recordar algo que tu propia mente te quiere ocultar por el procedimiento de apretar la mandíbula y arrugar el entrecejo, ya me parece más difícil. Tal vez era una nueva terapia en fase de experimentación, quién sabe!. Decirle al amnésico, "Venga, a recordar" y el otro va, y recuerda. Pues nada!. Que se siente al lado de sus otros enfermos y les diga "Cúrate, cúrate!" y todo arreglado.
La historia de amor me gustó. Claro que tengo una clara debilidad por Ingrid Bergman. Gregory Peck estaba tan flaco que sus pómulos parecían cuchillas. Ni que se las hubiera robado a Maléfica.
Leí por ahí que la famosa escena del sueño realizada por Dalí, está muy recortada. A mí me parece estupenda como está. Es más, me da la sensación de que más larga hubiera dado problemas de ritmo al conjunto de la película. Como un corte en la trama, que igual no quedaba bien (por guapo que fuera el sueño como pieza independiente). Es un barrunte.
La otra famosa escena de la pistola que siempre encontré tan falsa, me ha parecido esta vez bastante impresionante ahí mirando al espectador. Qué cosas!.
Como veo que suele pasar con Hitchock, unos secundarios estupendso, empezando por un malo malísimo más que digno y un profesor de la doctora, maravilloso.
La música una absoluta pasada, capaz de llenar de lirismo cualquier escena. La prueba es que la ponen cuando Bergman en bata se cepilla el pelo y parece una escena romántica en vez de cotidiana (en realidad es la preparación de una escena romántica, pero el espectador ya está en el estado de ánimo antes de que empiece, por esa música). Escenota, la que sigue a ese cepillado!.
La película se me hizo cortísima. Aún más corta de lo que ya es y aunque el argumento no me lo creí ni por un momento, la disfruté igual.
Choco
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