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España España · Malaga
Voto de Yeyo:
9
Drama Georges y Anne, dos ancianos de ochenta años, son profesores de música clásica jubilados que viven en París. Su hija, que también se dedica a la música, vive en Londres con su marido. Cuando, un día, Anne sufre un infarto que le paraliza un costado, el amor que ha unido a la pareja durante tantos años se verá puesto a prueba. (FILMAFFINITY)
5 de diciembre de 2012
139 de 159 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nitrógeno líquido, así es. Creo que es lo que mejor puede definir el cine de Michael Haneke. El cine del austriaco es frío, helado. Pocos directores pueden decir que son tan sumamente gélidos como él. Pero quema. El cáustico cine de Haneke quema igual que un hierro incandescente. Es tan frío que quema: nitrógeno líquido.

"Amour" es puro Haneke. El director nacido en Munich no se empeña en horrorizarnos a nivel visual, pero si al nivel sentimental. Es un auténtico genio del terror, del terror psicológico. Le basta con contar un drama sencillo y cotidiano y convertirlo en una película sombría, dolorosa y siniestra, pero de una belleza inusual.

Haneke es inigualable. Creo que es el único director del mundo que consigue horrorizarme y emocionarme en una misma película. Porque "Amour" es puro horror, pero también es puro amor (valga la redundancia). Creo que pocas veces he visto una historia de amor tan veraz, pura y auténtica como la de este film. En el amor del mundo de Haneke no hay besos, ni abrazos, ni sexo. Hay cariño, afecto, comprensión, sensibilidad y apoyo en las buenas y en las malas, y sacrificio. Eso es el verdadero amor, que no os engañen por ahí.

Viendo "Amour" me ha sido imposible no acordarme de otras hermosas historias de amor y vejez, como: "Dejad paso al mañana", de Leo McCarey, "El hijo de la novia", de Juan José Campanella, "Cuentos de Tokio", de Yasujiro Ozu o "En el estanque dorado", de Mark Rydell.

Técnicamente el film es muy del estilo del director, muy europeo. Planos largos, profundos y austeros. Guión sencillo pero que solo un genio como Haneke puede convertir en obra de arte. Mención aparte merece el trabajo de Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva. Sencillamente impresionantes ambos, de diez.

Haneke ha vuelto a dar en el clavo. Ha vuelto a deslumbrar con una historia preciosa a la par que saca los monstruos más retorcidos de su cabeza. Una de las mejores películas de uno de los mayores genios cinematográficos de nuestro tiempo.
Yeyo
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