Ainhoa retrata un drama social como el deshaucio con la sensibilidad de la infància.Y como el mundo cuando eramos niños, la història de Ainhoa tiene inocencia y ternura però tambien crueldad y desasosiego.
El relato tiene un momento de ruptura que marca el recuerdo de su visionado a todo el que lo disfrute y tiene tambien la virtud, difícil en el mundo del cortometraje, de conducir al espectador por muchas emociones sin que ninguna resulte forzada o incoherente.
He seguido la carrera de su director desde hace mucho tiempo y continua con su mundo intacto, sus bucles,sus paralelismos, su gran mundo construido a base de pequeños detalles y sobretodo su cuidado ritmo narrativo.
En resumen, Ainhoa solo tiene una cosa negativa, no poder profundizar en un personaje secundario màgico, del que te enamoras con solo verlo caminar.
Algo que pasaba con un clàsico al que homenajea, ese añorado mendigo de Chaplin que si viviera en nuestros tiempos, compartiria su camino con otro "chico" esta sorprendente y maravillosa Ainoha.