Una decepción. El guión es un caos y los cambios de época llegan a marear. Se basa mucho en los años treinta y pasa por alto la época de los sesenta. Los escándalos Kennedy están solo apuntados.
Hay personajes que se salvan, como la extraordinaria Judi Dench. Pero algo que estropea especialmente la película es la caracterización anciana de Di Caprio, Naomi Watts y sobre todo del pobre Armie Hammer. ¡Con poco más de setenta Clyde no podía estar tan apergaminado, poroso e inútil!
El famoso tema de la homosexualidad de Hoover queda como una cosa platónica y muy poco clara.
Pero, sobre todo, la película aburre, porque no tiene muy pocos momentos verdaderamente dramáticos.
Si hasta de Homero se decía que "aliquando dormitar" -que a veces falla-no iba a ser menos Clint.