Sin duda este es el papel por el que pasara a la historia Jean Reno, para mi gusto no es la mejor película de Luc Besson, pero es una historia tan poco convencional que termina dejándote un gran sabor de boca. La vida de León es tranquila y simple, sus extrañas costumbres y su peligrosa profesión no impiden que lleve una vida tranquila y en calma. León es un profesional porque hace bien su trabajo, lo hace perfecto, es silencioso, discreto y no deja huellas. La existencia de León se turba por la llegada a su vida de una niña a la que sentirá el deber de proteger y con la que surgirán confusos lazos afectuosos.

La película en su día fue tachada de inmoral ya que estaba claro que el personaje de León estaba enamorado de la niña, pero no es del todo cierto, León nunca conoció el amor y lo que experimenta con la niña es una simple sensación de bienestar que nunca ha tenido en su vida. Las interpretaciones en esta película son redondas, desde el mismo Reno hasta Gary Oldman, los personajes están sacados de la mejor imaginación, tienen todos su propia personalidad y características físicas que los hacen fácilmente detectables en la pantalla. El trabajo de Luc Besson es una maravilla, ya no sólo como director sino también como guionista y productor de numerosas películas que pasaran a la historia no como obras de arte, pero si a la historia personal del individuo como productos de brillante entretenimiento. La riqueza de León radica en la enorme imaginación del director, que se gusta así mismo con este tipo de películas donde sabe lo que el espectador espera para no dejarlo decepcionado.