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Voto de Ghibliano:
5
Terror. Ciencia ficción A principios del XX el asesino Jaime conoce en prisión al doctor Frankenstein, quien fue detenido por robar cadáveres para sus experimentos. Al quedar libre Jaime libera al doctor para alimentar con sangre humana a Orlak, monstruo creado por Frankenstein, y contra lo prometido al doctor Jaime usa a Orlak para matar a sus enemigos. (FILMAFFINITY)
29 de octubre de 2016
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El prolífico actor y director mexicano Rafael Baledón realizó en 1960 una nueva versión cinematográfica del popular icono de la literatura de terror en "Orlak, el infierno de Frankenstein". Se trata de una producción modesta, dividida en cuatro capítulos, que nos presenta la clásica historia desde la perspectiva del malvado seductor Jaime Rojas, quien ve en los inventos del doctor Frankenstein una oportunidad de obtener su ansiada venganza frente a aquellos que le encarcelaron.

La presencia e interpretación de Joaquín Cordero como Jaime es el principal atractivo de una película que, sin ser en absoluto mala, sí resulta agotadora y en su mayor parte se hace difícil destacar algo de ella, conformándose con cumplir las escasas expectativas que genera. Se trata de una experiencia irregular en la que contrastan aciertos muy interesantes mezclados con salidas de tono propias de una producción de muy bajo nivel. La estética es probablemente el elemento más consolidado. Los meritorios logros de puesta en escena alcanzados con la ambientación gótica del castillo de Frankenstein o en la persecución que se da en el último capítulo, así como en la recreación visual de la imponente y amenazante figura de Orlak, terminan conformando el elemento más destacado de la cinta. Sin llegar a alcanzar un nivel excesivamente elevado, sí reproducen de manera efectiva la atmósfera que rodea a esta historia.

Los problemas que le encuentro están más al nivel de los diálogos y de la construcción de los personajes, que ofrecen instantes tan demencialmente forzados como la declaración final que cierra el filme, y que estropean el flujo de una historia por otro lado bastante apañada para dar paso a una teatralidad cutre, interpretada con suficiencia en general y en ocasiones sobreactuada, en especial por una Irma Dorantes que no termina de cogerse a su personaje y cuya evolución en la película se hace especialmente difícil de empatizar por fragmentada y acartonada.

Por otro lado el transcurso obvio de la trama lastra y mucho la sensación de suspense que pretende recrear, resultando en todo momento predecible y viéndome incapaz de sumergirme por completo dentro de la cinta. La actuación de Joaquín Cordero es durante gran parte de la película lo que salva a la misma de caer en una desidia y arritmia totales, provocadas por la falta de interés que genera el desarrollo de los acontecimientos. En este aspecto la trama va claramente de menos a más tras un inicio bastante espeso pero no alcanza en ningún momento la solidez ni la capacidad de evocación de, por ejemplo, el clásico de James Whale de 1931.

En general, y salvando sus fallos y la mala resolución de ciertas secuencias (sin ir más lejos, ninguno de los asesinatos de Orlak logra el impacto que pretende), "Orlak, el infierno de Frankenstein" no es una mala película, pero sí es una obra a la que se le nota una pobreza de recursos que constantemente se da de morros contra aciertos, algunos más constantes y otros más esporádicos e inesperados, que reflejan un cierto buen hacer en la realización de esta cinta y al mismo tiempo llegan a generar una sensación de que podría haber alcanzado un resultado mucho mejor o como mínimo más compensado. Como versión del mito de Frankenstein es correcta, pero no logra aportar nada significativo o memorable, y en cierto modo su condición de adaptación es contraproducente para ello.

Texto escrito para www.cinemaldito.com
Ghibliano
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