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Voto de antonio1004:
6
Intriga. Drama Dave Garland (Clint Eastwood), un popular locutor de radio de California, recibe en su programa frecuentes llamadas de una misteriosa mujer que siempre solicita la misma canción. Un día en un pub una mujer, Evelyn (Jessica Walter), seduce a Dave, y ambos acaban en el apartamento de ella con la idea de que será una aventura de una noche. (FILMAFFINITY)
27 de febrero de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1971 pocos podrían aventurar en lo que se convertiría la filmografía de Clint Eastwood tras ver su ópera prima, por lo que tampoco me atreveré más de cuarenta años después a tratar de descubrir las virtudes de su cine ocultas en su primer largometraje tras las cámaras. No en vano, Play Misty For Me -traducida de aquella manera en España, como era tan habitual en la época- si muestra alguna de las inquietudes que veremos desarrolladas más adelante, como su apego por los personajes atormentados y su pasión por la música (el festival de Jazz de Monterey forma parte de la trama), aunque finalmente sus propósitos sean más de aproximación que aproximados. El resultado es a todas luces el de una obra primeriza, con todos los defectos que ello conlleva, pero al mismo tiempo es una película impulsada por una extraña lucidez, Clint sabe lo que quiere contar pese a no dominar aún cómo hacerlo. Es más, lejos de filmar una película académica o de corte clásico como podría presuponerse, rueda un film moderno, transgresor, hijo de su época y de su tiempo, precursor de un cine de terror que eclosionaría en los 80 y deudor del Hitchcock más esquizofrénico. Toda una rareza digna de revisión.

Apoyado por su mentor Don Siegel (que tiene un pequeño papel como camarero) Eastwood no solo dirige, también se otorga el papel protagonista, salvo que en esta ocasión no va armado de un rifle sino de un micrófono, dando vida al locutor de un conocido programa de radio por el que se obsesionará una oyente, la misma que todas las noches llama a la emisora para que le dedique una canción (“Play Misty for me” le dice, de ahí el título) y de la que se arrepentirá de haber conocido al convertir su vida en una pesadilla. La extrañeza y sugestión provienen al encontrar al Clint actante en una narración en la que no es el elemento activo de la trama, no ejerce la acción, es más, al contrario, es el personaje pasivo que sufre los ataques psicóticos de una Jessica Walter que encarna la locura en su más cruda esencia. En términos de semiótica el suyo no es, como nos tiene acostumbrados, el sujeto que salva al pueblo -y por ende la película-, tampoco el donador que encarna unos admirables valores, es el propio objeto por el que se desencadena la trama, uno oscuro y de deseo que le llevan a sufrir en sus propias carnes el horror que su propia imagen genera cuando cruza al otro lado del espejo.

(Continúa en spoiler, sin spoilers)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
antonio1004
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