Haz click aquí para copiar la URL
Voto de El Extranjero :
2
Drama Quique Heredia, El Cuajo, es un payo agitanado, un buscavidas con medio cuerpo afectado por una parálisis cerebral que le impide andar con facilidad. El Cuajo convence a su amigo Adolfo, un mulato que vive en un barrio dormitorio y tiene un padre alcohólico y enfermo, para montar un estudio musical para ganarse la vida usando el talento y la pasión que los une: el Hip Hop. El reparto está formado por actores no profesionales; entre ... [+]
7 de marzo de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta crítica contiene spoilers.

La película viene a elogiar el arrojo del protagonista, un personaje que lo tiene todo en contra para intentar salir adelante. Yo pienso que el descaro no siempre es la actitud adecuada, ya que es una cualidad valiosa y como tal se debe de sacar solo en las situaciones que de verdad valen la pena. Porque la valía de algo reside en su escasez. Ir a morder a cada bocanada que respiras es propio de niños que aún no han madurado, y de hecho en la propia película esa actitud se ve como algo hasta patético cuando se adopta en las situaciones que no la justifican. Los diálogos muchas veces son forzados y ridículos, si bien pretenden ser explícitos. Yo en cambio preferiría que la misma nitidez que se presenta en el lenguaje se hubiera extendido también a todo lo que tiene que ver con 'la economía' en este filme. Razonemos, si estos dos jóvenes consiguen abrir su negocio con lo que un obrero corriente ganaba por entonces en un mes, ¿qué hace impedir a cualquiera a hacerlo? Pues unos gastos y unas responsabilidades de las que estos jóvenes no tienen que ocuparse, es decir financiar su propia subsistencia (techo y comida). Ahí la película ya patina puesto que su intención de presentar un entorno desfavorecido para sus idolatrados personajes, presentados como mártires en medio de un mundo duro y cruel ya no vende. Luego claro en vez de trabajar desde luego que resulta mucho más inteligente tratar de reunir el dinero mediante chanchullos de dudosa rentabilidad. El discapacitado, ¿tendrá una paga, no? Se menciona que el padre trabaja, ya nada le impide invertirla en pagar su local. Otra cosa curiosa, el protagonista torea a todo el mundo a la hora de pagar pero siempre tiene para porros y su socio (por llamarlo de alguna manera) para drogas mas fuertes, ni tampoco se privan a la hora de cenar y tomar cerveza en un bar, y tan tranquilos, un lujo que muchos trabajadores normales honrados (como el que escribe) se puede permitir en raras ocasiones. Mientras con una sinvergonzonería que es de escándalo, el protagonista se atreve a vacilar semana tras semana a gente que trabajaba duramente para él. Y la esencia de esa actitud no la soporto, y por lo visto es uno de los fuertes del filme ya que es una de las señas de identidad del carácter del emprendedor que se ha criado en un entorno de miseria.

La premisa se podría resumir en 'desventuras de dos tipos provenidos de un barrio marginal que a base de trapicheos pretenden abrir su propio negocio'. Si al menos al final lo hubieran conseguido, la autocomplacencia que despliega la película tendría su cometido, es decir alguna razón de existir.

Las relaciones entre los personajes. Cuando no son contradictorias hasta sumirse en la irritante incoherencia, son sencillamente inverosímiles, sobre todo en su mejor cara pues de bienintencionadas resultan utópicas: pretende ser un claro retrato de la diversidad entre adversidades bajo un prisma entrañable pero es que no es creíble. A pesar de todo el proceso de respeto y compadreo que se desarrollan entre ellos construye un extraño ritual de socialización que determina unos dechados inamovibles entre este caótico y movedizo mundo de los suburbios que nos presenta la película.

Uno podrá decir que aborrezco el drama social tanto en general como patrio, equivocación. Sin ir demasiado lejos las otras dos obras de este director, 'Alacrán enamorado', y sobre todo 'Los héroes del mal' sí que son propuestas que emocionan y sugieren, logrando ser dramas que se penetran en el alma y fascinan, retratando con un sinfín de ricos matices de una manera desoladora y terrible temas como la inadaptación y la soledad. Sin embargo esta película es la única que ha hecho ruido, no sé si por ser debut o por abordar la discapacidad física y otros problemas de integración con una estridencia hasta el punto de resultar demasiado obvia para que pueda ser accesible a todo el mundo y fácilmente ensalzada. No obstante parece que pocos apreciaron la amarga sutileza de sus dos obras sucesivas que se recrean con mucha mayor profundidad e interés en la discapacidad social. De todos modos hay que reconocer el realizador rueda con poderío la obra que aquí nos concierne por lo que no se sigue con desidia, una propuesta que termina de venirse abajo con el insultante clamor de lo dura que es la vida para un discapacitado, discurso puesto directamente en boca al personaje de Montilla. Vaya, ¿de veras creéis que no nos hemos dado cuenta? ¿Y acaso eso también exime de turbaciones y frustraciones al resto? Cada uno tiene sus problemas, y para que en una película sean interesantes no hay que chillarlos ni exhibirlos cual un panfleto sensacionalista (lo cual directamente ha de erigir al discapacitado en alguien por quien hay que tener compasión porque sí, independientemente de su incorrecta manera de afrontar las situaciones o de que no caiga bien, justamente lo contrario a lo que clama el minusválido en sus bramidos) sino abordarlos de tal modo que el resultado final resulte ser algo más que una queja de lo dura que es la vida. Y si el espectador tiene algo que analizar o sobre lo que reflexionar mejor todavía. La buena acogida que tuvo esta película me hace pensar que hay pocas cosas peores que la ignorancia de un aplauso complaciente, entregado con facilidad, casi como un donativo a la causa del necesitado de la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
El Extranjero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow