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Voto de El Extranjero :
7
5,9
5.894
Drama
Durante un verano el joven Chuck Norstadt (Nick Stahl), un muchacho sin padre y criado entre un grupo de mujeres autoritarias, comienza a relacionarse con el misterioso y reclusivo Justin McLeod (Mel Gibson), un profesor que tiene el rostro desfigurado... Una historia sobre la justicia y sobre cómo aprender a vivir sin prejuicios. (FILMAFFINITY)
5 de enero de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En lo que todos hablan del último trabajo de Mel Gibson tras las cámaras, 'Hasta el último hombre', yo voy a hacerlo sobre el primero, de la fecha de cuyo estreno ha pasado casi un cuarto de siglo ya. Lo primero me gustaría llamar la atención acerca de un detalle curioso. 5,8 es la nota con la que cuenta este más que digno largometraje en esta página web, a partir de un promedio extraído de cerca de 5.000 votaciones (4965). Y de las 21 críticas que hay publicadas hasta la fecha (22 con esta) no hay ninguna con una nota más baja que el 6. Es más, hay cinco dieces. Eso me hace preguntarme por qué ninguno de los que le ha puesto una nota baja a la película se ha animado o atrevido a exponer sus motivos; es frecuente que cuando algo no nos gusta de verdad y tenemos argumentos de peso que respaldan nuestra opinión, nos guste expresarlo.
Por mi parte he de admitir que no sabía muy bien con lo que iba a encontrarme y que la película me ha sorprendido muy gratamente. Aunque esperarme poco de una película de Mel Gibson, director de las durísimas y sobresalientes 'Pasión de Cristo' y 'Apocalypto' es de ingenuos. Si bien 'El Hombre sin rostro' está alejada de la violencia física que la susodicha nos ofrece, sí que se pueden apreciar en ella vestigios de dureza emocional. Y es lo que hace de esta película tan buena, la carencia de pulso de Mel a la hora de detener el tiempo en su narración para propinarle un doloroso directo a las emociones del espectador. Dichos momentos cargados de intensidad en ningún caso se antojan gratuitos, todo lo contrario; introducidos con ingenio y buen gusto, sin duda por una persona dotada de inteligencia emocional.
Me gusta mucho la personalidad de este profesor. Es un hombre silencioso y retraído, pero apasionado y lleno de ímpetu. Injustamente acusado y sepultado por olas de prejuicios le cuesta mirar a la cara a la gente cuando, por necesidad, tiene que tener trato con ellos. Pero es justo, sabio y encantador. Es un personaje muy bien construido que solo puede ser digno de una gran película, nunca de una cualquiera. La lectura del resto de los personajes, del entorno medio de una pequeña población colmada de prejuicios también está muy conseguida, uno experimenta tristeza al observar las gratuitas descalificaciones y vejaciones que la gente somete al antiguo profesor sin ni siquiera tener un motivo personal para ello. Es una gran crítica.
'El hombre sin rostro', es ante todo un canto a la amistad que anula y supera todas las posibles tramas y limitaciones que la sociedad, de antemano, puede imponer sobre una relación del tipo que sea entre dos personas. Ya entonces Gibson apuntaba maneras y demostró ser un gran narrador, pues la película tiene pulso en todo momento, tiene momentos cómicos a pesar de ser un drama. Un drama que por cierto presenta muy bien la situación que quiere plantear. Dota de matices y da el protagonismo necesarios a los secundarios, lo cual ayuda a que retrato de la vida del chico, de su situación, llegue con nitidez.
Por mi parte he de admitir que no sabía muy bien con lo que iba a encontrarme y que la película me ha sorprendido muy gratamente. Aunque esperarme poco de una película de Mel Gibson, director de las durísimas y sobresalientes 'Pasión de Cristo' y 'Apocalypto' es de ingenuos. Si bien 'El Hombre sin rostro' está alejada de la violencia física que la susodicha nos ofrece, sí que se pueden apreciar en ella vestigios de dureza emocional. Y es lo que hace de esta película tan buena, la carencia de pulso de Mel a la hora de detener el tiempo en su narración para propinarle un doloroso directo a las emociones del espectador. Dichos momentos cargados de intensidad en ningún caso se antojan gratuitos, todo lo contrario; introducidos con ingenio y buen gusto, sin duda por una persona dotada de inteligencia emocional.
Me gusta mucho la personalidad de este profesor. Es un hombre silencioso y retraído, pero apasionado y lleno de ímpetu. Injustamente acusado y sepultado por olas de prejuicios le cuesta mirar a la cara a la gente cuando, por necesidad, tiene que tener trato con ellos. Pero es justo, sabio y encantador. Es un personaje muy bien construido que solo puede ser digno de una gran película, nunca de una cualquiera. La lectura del resto de los personajes, del entorno medio de una pequeña población colmada de prejuicios también está muy conseguida, uno experimenta tristeza al observar las gratuitas descalificaciones y vejaciones que la gente somete al antiguo profesor sin ni siquiera tener un motivo personal para ello. Es una gran crítica.
'El hombre sin rostro', es ante todo un canto a la amistad que anula y supera todas las posibles tramas y limitaciones que la sociedad, de antemano, puede imponer sobre una relación del tipo que sea entre dos personas. Ya entonces Gibson apuntaba maneras y demostró ser un gran narrador, pues la película tiene pulso en todo momento, tiene momentos cómicos a pesar de ser un drama. Un drama que por cierto presenta muy bien la situación que quiere plantear. Dota de matices y da el protagonismo necesarios a los secundarios, lo cual ayuda a que retrato de la vida del chico, de su situación, llegue con nitidez.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Sin duda, estamos delante de una buena película. Y de una película emotiva. Gibson captura a la perfección la esencia de la amistad y lanza un mensaje de que esta no tiene necesariamente por que basarse en una unión eterna. La vida tiene muchas etapas y para cada cosa y persona hay una, que es en la que la interacción es más fructífera, por decirlo de algún modo. Y como si fuera a propósito, las circunstancias muchas veces nos empujan a ello, a no perpetuar algunas relaciones. Y ver como aquí el profesor se marcha, presionado del pueblo, eso sí, habiéndole transmitido al joven chico lo mejor de su impávido y disciplinado carácter, lo cual le ha servido para encaminarle hacia la ruta del éxito, y luego dentro de 4 años aparece observando de lejos la graduación de su antiguo pupilo en una escuela militar es muy emotivo. El chico (ya de unos dieciséis años) está en medio de la fiesta, pero al verle de lejos se alegra (le recuerda) y devuelve entusiasmado el saludo. Se alegra de haber saludo a su antiguo amigo y mentor y prosigue adelante con su prometedora vida.
Otro momento que me ha gustado mucho es en el que Mel comienza a enseñar al chico, a dictarle, y este no puede desviar su atención de la desfigurada cara del profesor. Lo hace unas cinco veces en poco tiempo y no parece pasar nada, hasta que de repente Mel se inclina sobre él con vehemencia y le grita: "¿Es eso lo que quieres ver? Vamos, mírame. Cuando sientas que hayas terminado entonces podremos seguir con la clase." Sublime y dolorosa escena, llena de autenticidad.
Drama muy recomendable a todo tipo de públicos practicamente. A los que disfruten con las buenas historias.
Otro momento que me ha gustado mucho es en el que Mel comienza a enseñar al chico, a dictarle, y este no puede desviar su atención de la desfigurada cara del profesor. Lo hace unas cinco veces en poco tiempo y no parece pasar nada, hasta que de repente Mel se inclina sobre él con vehemencia y le grita: "¿Es eso lo que quieres ver? Vamos, mírame. Cuando sientas que hayas terminado entonces podremos seguir con la clase." Sublime y dolorosa escena, llena de autenticidad.
Drama muy recomendable a todo tipo de públicos practicamente. A los que disfruten con las buenas historias.