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España España · Málaga
Voto de Kaori:
7
Comedia. Terror El doctor Abronsius y su ayudante Alfred, viajan por Transilvania para confirmar una teoría que afirma la existencia real de los vampiros y que tropieza con el escepticismo de sus colegas de la Universidad de Könisberg. Se detienen en una posada, cuyas paredes y ventanas están cubiertas de ristras de ajos, pero tanto los parroquianos como el posadero afirman que no existe ningún castillo por los alrededores y justifican la presencia de ... [+]
25 de agosto de 2012
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que sorpresa más agradable me he llevado con «El baile de los vampiros». Terrorífica a su manera, y simpatiquísima siempre, aunque estemos en un aislado castillo lleno de vampiros dispuestos a desangrarte.

Antes que nada, mención especial para una guapísima Sharon Tate de trágico destino a la que Roman Polanski trata de salvar a toda costa. Los paralelismos con la realidad, me hacen como un nudo en el estómago.

Lo cierto es que el reparto es espléndido. Polanski está muy bien con su cara de pardillo y el miedo constante en el cuerpo, pero es que Jack MacGowran está superior con esas expresiones que nos pone, esos pelos blancos y de punta, con esos ojos... con todo, en realidad. Magnífico, magnífico. Puede que no tenga nada que ver, pero no he podido dejar de pensar en cómo cambian los tiempos. A Johnny Depp le nominaron por su Jack Sparrow (¡!), y sin embargo a actores como MacGowran con personajes tan verdaderamente desternillantes y completos como el profesor Abronsius pasaban totalmente desapercibidos. Que pena, ¿no?

Por destacar, destacaría un montón de cosas, pero quiero centrarme en esos pequeños detalles, absurdos en apariencia, pero que nos dejan algunas de las mejores secuencias, como por ejemplo las tendencias homosexuales del hijo del Conde, cosa tremendamente original, por cierto; o el propio baile y las técnicas danzarinas del profesos y compañía. Los taberneros, el momento cripta y la estrecha ventana; Abronsius congelado, o azul de frío... Tantas cosas que te dibujan, a pesar de todo, la sonrisa en los labios. Los momentos de acción o, más concretamente, de peligro están maravillosamente rodados, y en una de esas tuve que exclamar «¡Que te muerden, idiota!», porque en serio que no sabría si calificar a estos dos caza vampiros de genios o de tontos perdidos. Supongo que tienen un poco de ambos.

Sobre el final... no diré nada. Hay que verlo. Hay que ver «El baile de los vampiros» y reírte de sus ocurrencias, y agradecer esta vuelta de tuerca al mito del vampiro. Ingeniosa y divertida, gótica y espectral. Un delicioso bocado.
Kaori
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