Luego hablo un poco más de Tadashi, el verdadero héroe de esta película, pero primero empiezo por otras cosas.

Cinta muy amena, colorida, de animación cuidada y un 3-D innecesario que nos lleva por los aires no sé cuántas veces. A los que la vemos sin gafas raras nos importa un pimiento ese estrés y notamos demasiado que tantas cabriolas, en los que los personajes mueren aunque nos quieran convencer de que salen ilesos, no son para nosotros. Curiosa idea, no muy desarrollada, de fusionar San Francisco con Tokio y crear un mundo en el que los protagonistas tienen nombres japoneses siendo occidentales. Como me gusta lo oriental, compro la idea. Así, Hiro es un niño prodigio un poco macarra que desprecia las instituciones y los estudios y se dedica a apostar, y ganar, en los combates de «robot fight». Primera metedura de pata: esto de los combates es un macguffin completo, no le hagáis ni puñetero caso porque no vuelve a aparecer en toda la película. Me pregunto entonces si no hubiera sido mejor omitir ese detalle y mostrar de otra manera más cercana y coherente con la historia la personalidad de Hiro.

Por suerte para este chaval, tiene un hermano mayor que vale su peso en oro. Tadashi, tú sí que eres un prodigio. Admito que a medida que veía la película me daba cuenta de que la trama no funcionaba, de que habían vuelto a meter la pata con los superhéroes adolescentes que tienen que derrotar a un villano vengativo, lo que me pilló por sorpresa porque no tenía ni idea de que «Big Hero 6» iba de eso, de superhéroes. A los americanos les encantan los superhéroes, no sé por qué, y parece que los tienen que incluir sí o sí. Pero «Big Hero 6» no era una película de superhéroes.

«Big Hero 6» era una película de superación, de amistad, de amor, de esfuerzo y sacrificio, de emociones humanas que nos hacen madurar, algo mucho más sencillo y complejo a la vez que pelear contra un enmascarado. «Big Hero 6» era una película sobre Tadashi y su Baymax, sobre una idea que se convierte en realidad, sobre un sueño que se hace posible gracias al trabajo, la voluntad y el talento. «Big Hero 6» era una película sobre un hermano que le señala a otro hermano el camino a seguir, el horizonte al que debe llegar, y le entrega un legado en forma de robot de vinilo blanco que cambiará su vida para siempre. Por eso es conmovedor cuando descubrimos que «Tadashi está aquí», porque nos demuestra que Tadashi es nuestro héroe sin superpoderes científicos ni trajes especiales; un auténtico héroe que a través de incontables tropiezos, noches sin dormir, errores y ensayos en su laboratorio (eso sí es admirable) ha creado a Baymax, un ser que sana y cuida, justamente para ti.

Baymax es entrañable, lo de Tadashi un dramón y la película no está mal aunque podría haber sido algo muy grande.