¡¡ Por fin!! Ya era hora de que al salir de un cine la sensación de satisfación invadiese mi cuerpo.
Estas son las películas que me animan a escribir una crítica cuando tenía "perdida" toda esperanza de disfrutar de buen cine (independientemente del género).

Voy a ser breve y concisa. Odio toda esa parafernalia que envuelve a los críticos de cine, toda esa palabrería vacía y ese teatro de fingir que algo no es bueno cuando realmente lo es, o viceversa.
Está claro que recomiendo esta comedia 100% pero mis razones van mucho más allá de los típicos alegatos que normalmente te comenta un amigo para destrozar toda tu ilusión por la gran pantalla.

"Crazy, estupid, love" no es la típica comedia romántica o el típico drama familiar, es una mezcla explosiva de ambos géneros. Y he ahí la principal razón por la que todo el mundo debería verla.
Además de estar cargada de golpes humorísticos ya extinguidos, todo fluye naturalmente. Esa sensación de superficialidad de la que están cargadas todas (o casi todas) las últimas comedias de nuestro tiempo no existe.
Quizás puedas encontrarte con algún tópico, pero sinceramente, da igual.
Situaciones surrealistas pero bonitas (como dijo en su momento Hugh Grant en "Notting Hill") acompañadas de escenas románticas que te tocan en lo más profundo del corazón, sorpresas o momentos tiernos. A esta comedia, por catalogarla de alguna manera, no le falta nada. Esto, unido al hecho de que no pude despegarme de la butaca, es la receta idónea para que aconseje a todo el que me lea que acuda lo antes posible a su cine más cercano, o en su defecto al videoclub, a hacerse con ella.

Si eres de los que / las que le saca punta a todo, olvídate. A veces la cuestión es criticar, y no te engañes, yo no estoy aquí para eso. Simplemente alabo lo que me ha gustado y me quejo de lo que no, pero no voy a influir para nada en la decisión de los pocos lectores (o quizás ninguno) que pueda tener.

Y finalmente, con la idea principal de no desverlar absolutamente ningún detalle, sólo me cabe decir que me encantó, por muchas razones y por ninguna en especial, me asombró y por último me encandiló por completo.