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Voto de Ferdydurke:
5
29 de marzo de 2014
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bonita película. Superficial y encantadora visión del desarraigo esencial de una niña alemana.
Criada en la selva (Papúa), pero de origen y cultura alemanas. Se nos muestran (con bellas imágenes; preciosa fotografía) las aventuras de una familia alemana (padre lingüista, madre enfermera, niña, niño y la protagonista -niña de unosocho años al principio) en plena jungla; cómo conviven con una tribu, su día a día.
Entretenida y bien contada. Vemos las alegrías y las dificultades, los amores y las guerras. Comprobamos cómo los salvajes se rigen, en muchas ocasiones, por normas absurdas (todo lo achacan a maldiciones que les paralizan y obligan a comportamientos grotescos) y se pasan el día guerreando. Nuestra estupenda familia se dedica a desfacer los tristes entuertos de los primitivos, a intentar poner un poco de luz y razón ante tanta superstición y brutalidad. Viven con ellos pero sin ellos, conviven pero tienen su pequeño mundo privado que la tribu respeta. Con el tiempo van ganando prestigio debido a sus aportaciones positivas (especialmente las curas de la enfermera), a su constancia y entereza. Van ganado influencia y les tienen cada vez más en cuenta. Difícil equilibrio entre lo civilizado y lo salvaje que la familia obtiene con astucia y paciencia.
La narración es elegante y sencilla, no caen en tremendismos y la historia discurre de forma amable; es una mirada blanda y convencional; no hay riesgo y se cuenta todo de soslayo, sin entrar en demasiadas profundidades y sin mostrar cosas demasiado desagradables; el tono es de película para todos los públicos; los problemas se simplifican y se acaban resolviendo; el bien y el amor se imponen. Hay un barniz buenista, consistente en un humanismo simplón, de acercamiento cariñoso y comprensivo al diferente (por muy bestia que este sea) pero nunca cede a los habituales sensacionalismos, demagogias o sermones; mantiene el buen gusto, la educación y se atreve a ver al otro (en este caso la tribu) con lo bueno y lo malo, sin idealizar demasiado o ser excesivamente crudo.
Los personajes están bien definidos pero son un poco esquemáticos, no hay demasiada evolución y se da alguna reacción poco verosímil: ciertas peleas del matrimonio y algunas actitudes de los jefes de la tribu demasiado permisivas y tolerantes con las libertades que se toman los alemanes. Tampoco se entra demasiado a cuestionar/valorar la actitud (un poco al principio) de unos padres que exponen a sus hijos a unas condiciones extremas y muy alejados de todo.
Buena historia para una película mansa, simpática y apacible (pese a los inevitables sustos); con los ingredientes justos, bien dosificados, para entretener y emocionar. Chata, banal y estupenda película de aventuras. Entre Disney y un cine más adulto, ahí se mueve, no sirve como estudio o aproximación antropológica, queda como pasatiempo ameno y ecuánime.
Criada en la selva (Papúa), pero de origen y cultura alemanas. Se nos muestran (con bellas imágenes; preciosa fotografía) las aventuras de una familia alemana (padre lingüista, madre enfermera, niña, niño y la protagonista -niña de unosocho años al principio) en plena jungla; cómo conviven con una tribu, su día a día.
Entretenida y bien contada. Vemos las alegrías y las dificultades, los amores y las guerras. Comprobamos cómo los salvajes se rigen, en muchas ocasiones, por normas absurdas (todo lo achacan a maldiciones que les paralizan y obligan a comportamientos grotescos) y se pasan el día guerreando. Nuestra estupenda familia se dedica a desfacer los tristes entuertos de los primitivos, a intentar poner un poco de luz y razón ante tanta superstición y brutalidad. Viven con ellos pero sin ellos, conviven pero tienen su pequeño mundo privado que la tribu respeta. Con el tiempo van ganando prestigio debido a sus aportaciones positivas (especialmente las curas de la enfermera), a su constancia y entereza. Van ganado influencia y les tienen cada vez más en cuenta. Difícil equilibrio entre lo civilizado y lo salvaje que la familia obtiene con astucia y paciencia.
La narración es elegante y sencilla, no caen en tremendismos y la historia discurre de forma amable; es una mirada blanda y convencional; no hay riesgo y se cuenta todo de soslayo, sin entrar en demasiadas profundidades y sin mostrar cosas demasiado desagradables; el tono es de película para todos los públicos; los problemas se simplifican y se acaban resolviendo; el bien y el amor se imponen. Hay un barniz buenista, consistente en un humanismo simplón, de acercamiento cariñoso y comprensivo al diferente (por muy bestia que este sea) pero nunca cede a los habituales sensacionalismos, demagogias o sermones; mantiene el buen gusto, la educación y se atreve a ver al otro (en este caso la tribu) con lo bueno y lo malo, sin idealizar demasiado o ser excesivamente crudo.
Los personajes están bien definidos pero son un poco esquemáticos, no hay demasiada evolución y se da alguna reacción poco verosímil: ciertas peleas del matrimonio y algunas actitudes de los jefes de la tribu demasiado permisivas y tolerantes con las libertades que se toman los alemanes. Tampoco se entra demasiado a cuestionar/valorar la actitud (un poco al principio) de unos padres que exponen a sus hijos a unas condiciones extremas y muy alejados de todo.
Buena historia para una película mansa, simpática y apacible (pese a los inevitables sustos); con los ingredientes justos, bien dosificados, para entretener y emocionar. Chata, banal y estupenda película de aventuras. Entre Disney y un cine más adulto, ahí se mueve, no sirve como estudio o aproximación antropológica, queda como pasatiempo ameno y ecuánime.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El final flojea: parece que no supieran cerrar la historia. Una vez que la niña se hace mayor, el destino evidente es la vuelta a Alemania; por mucho que nos hayan hablado de las maravillas del paraíso, su vida adulta no parece compatible con las costumbres de los salvajes. Es como si quisieran hacer un apaño y tratasen de justificar "la huida" de Sabine; como si tuviesen que forzar la precipitada muerte de su amado para que pueda abandonar la selva sin remordimientos de conciencia, como si quisieran justificarla, eliminar cualquier atisbo de duda sobre su generosa y amorosa conducta.
Al final nos dicen que todos volvieron a nuestro odiado primer mundo y dejaron el querido y anhelado mundo primitivo y virginal.
Al final nos dicen que todos volvieron a nuestro odiado primer mundo y dejaron el querido y anhelado mundo primitivo y virginal.