A uno que nunca ha necesitado de etiquetas de animalista para amar y respetar a esos seres con los que compartimos el planeta, le ha causado indignación y desasosiego recordar las "humaniladas" que un Buñuel bastante adulto, 32 años, educado en la insigne Residencia de Estudiantes y miembro de lo más granado del París intelectual, social, artístico y culturalmente revolucionario de principios del XX, perpetraba con los animales en aras de reflejar hechos puntuales y fortuitos que poco o nada aportaban a la vida de estas gentes marginadas (que una cabra ocasionalmente se despeñara o que avispas atacaran a un burro) y que sospecho solo buscaban el afán propio del director de epatar y provocar. "Eran otros tiempos" justifica Simó. Tiempos que no acaban de terminarse y que espero que su película contribuya a concienciar sobre el maltrato animal y la utilización de animales en el cine y en el arte en general que en ningún caso están justificadas ni deberían estar permitidas. "La hurdes tierra sin pan" es un irrepetible y notable documental manipulado y forzado por Buñuel que solo ayudó a encauzar la carrera del propio Buñuel y en nada cumplió los objetivos que perseguía su productor  Ramón Acín de denunciar y ayudar a erradicar la miseria en la que se veían abocados a vivir gentes olvidadas de la mano de Dios, la República y posteriormente la dictadura franquista. Acín a quien la película de Salvador Simó, basada en la novela gráfica del extremeño Fermín Solís rinde merecido homenaje, convirtiéndolo en co-protagonista, y contrapunto cabal y a veces cómico de un Buñuel con pistola al cinto atormentado por sus propios traumas familiares y artísticos. Acín y su mujer pagaron con su vida el "nuevo amanecer" patrio. Fue borrado de los créditos del estreno y tuvieron que pasar décadas hasta que Buñuel pudo reparar la irreparable deuda que contrajo con una amigo que ejerció de tal cumpliendo su palabra de que si le tocaba la lotería financiaría el proyecto de su amigo de Calanda. A la postre Acín acabó atrapado en el laberinto de Buñuel. El destino encumbró a uno y condenó al olvido al otro.

"Buñuel en el laberinto de las tortugas" es otro adoquín más en el empedrado camino de calidad de la animación europea.

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