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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
8
Ciencia ficción. Drama Futuro, año 2000. En la megalópolis de Metrópolis la sociedad se divide en dos clases, los ricos que tienen el poder y los medios de producción, rodeados de lujos, espacios amplios y jardines, y los obreros, condenados a vivir en condiciones dramáticas recluidos en un gueto subterráneo, donde se encuentra el corazón industrial de la ciudad. Un día Freder (Alfred Abel), el hijo del todopoderoso Joh Fredersen (Gustav Frohlich), el hombre ... [+]
10 de junio de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lang en el 27 ya estaba embalao. Despues de "Dr. Mabuse der Spieler" (1922) y "Die Nibelungen" (1924). El público y la critica les fueron favorables, a él y a su guionista y esposa Thea von Harbou. Sus metrajes eternos le animaron con las 3 hora y 30 minutos del estreno original de "Metrópolis". En la actualidad y gracias a unas recuperaciones actuales la cosa se ha quedado en una horita menos. Lo que falta se recortó para su venta exterior y acabó por perderse.
Paradojicamente aquí el público le fué infiel y a la UFA no le debieron salir las cuentas con los, entre 2 y 7 millones de marcos, según las fuentes, que costó la cosa.
El guión era un batiburrillo donde se mezclaba de todo un poco, distopia social, religión, ocultismo, melodrama amoroso, ciencia ficción,...,etc y que bebía tanto de fuentes literarias como H.G. Wells o Julio Verne, como cinematográficas anteriores, "Los cuatro jinetes del Apocalipsis" o "El jorobado de Notre Dame" (más que evidente en el tramo final de la cinta), amén de las nuevas ideas sociales nacional socialistas a las que era afín la señora Harbou.
Parece ser y a la vista queda que a Lang poco le importaba todo esto y se soltó la melena con un derroche de dirección donde dio rienda suelta al expresionismo arquitectónico que llevaba dentro (se inspiró en su viaje a Manhattan) y a una gama de recursos técnicos apabullantes al servicio de una superproducción donde la forma importaba más que el fondo.
El resultado es una galería de imágenes memorables con un gran trabajo fotográfico que justifican por si solas el lugar que ocupa en la historia del cine esta película a la que H.G. Well llamó: "la película más tonta", palabras que suscribió el propio Lang y que tan influyente ha sido en el cine posterior.
A tenor de su estilo grandilocuente, el partido nazi le hizo una oferta que no podía rechazar y que automáticamente rechazó exilándose, primero a Francia y luego a los USA dejando a la Harbou, donde contribuyó a la grandeza del cine negro para terminar volviendo a una Alemania ya dividida reencontrándose con el Dr. Mabuse y sus crímenes, su última película.
Murió en Los Angeles en el 76 encumbrado por una "nueva ola" de directores franceses que venían empujando fuerte. Ahí sigue aupado en el pedestal de su película más recordada.
ELZIETE
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