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Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
9
Ciencia ficción. Terror. Fantástico En una estación experimental remota de la Antártida, un equipo de científicos de investigación estadounidenses ven cómo en su campamento base un helicóptero noruego dispara contra un perro de trineo. Cuando acogen al perro, éste ataca brutalmente tanto a los seres humanos como a los caninos del campamento, y descubren que la bestia, de origen desconocido, puede asumir la forma de sus víctimas... (FILMAFFINITY)
10 de febrero de 2010
36 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mejor película de John Carpenter fue esta subyugante odisea antártica, remake superior de “El enigma de otro mundo”. Si bien es clara deudora de “Alien”, se conforma a sí misma como una producción con personalidad propia, una especie de “Los diez negritos” con extraterrestre multimorfo y, por si parecía poco, bajo cero.

Los mecanismos de intriga son simplemente extraordinarios, el nerviosismo y la angustia se palpan en el gélido ambiente, en el que no tan solo es amenaza el extraño ser, sino que también el inhóspito clima y la creciente desconfianza mutua. Cualquiera puede ser el mortífero alienígena, y en cualquier momento puede revelarse, mostrando su horripilante naturaleza. El cuidado de los personajes es ejemplar, sostenido por unas más que aceptables interpretaciones de todo el grupo, aislado y paranoico ante la posibilidad de que el vecino sea en verdad la criatura. Sus peleas internas por identificar al ser crean una tensión en la dinámica del metraje, que va mucho más allá de la mera sucesión de episodios terroríficos.

Además del estupendo manejo de la intriga, destaca la pálida fotografía, ese Ártico desolado y amenazador, esas panorámicas (cuando encuentran la nave, etc.) de un paisaje inusual para el género, que contrastan cuando se producen los ataques, teñidos de un rojo visceral de antología gore. No es un film de terror sugerido, sino que muestra explícitamente las grimosas y alucinantes formas de la criatura en sus sanguinolentas meriendas de humanos en todo su esplendor. Los efectos especiales han pasado a los anales del cine de horror, gentileza de la mítica labor de animatronics y maquillaje del genio Rob Bottin (creador de los FX de “Piraña”, “Aullidos”, “Legend”, “Robocop” y un largo etc.)

En definitiva, una película con secuencias espeluznantes e inolvidables -sobretodo el test con la sangre- que forma parte de lo mejor del cine fantástico de los ochenta. En mi opinión, incluso superior a otras modélicas y muy recomendables incursiones del director como “Halloween”, ”La niebla”, “El príncipe de las tinieblas”, “El pueblo de los malditos” y “En la boca del miedo”. Para verla a solas, a oscuras y en invierno.
RandolphCarter
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