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Estados Unidos Estados Unidos · Bon Temps (Louisiana)
Voto de RandolphCarter:
8
Terror. Comedia Charley Brewster es el típico adolescente americano. Su madre cree que ve demasiadas películas de terror. La vida de Charley es muy tranquila, hasta que se convence que su nuevo vecino, Jerry Dandridge, es un vampiro. Nadie, y menos aún la policía, está dispuesto a creer que Dandridge es responsable de un montón de extraños asesinatos. Charley encuentra un aliado en Peter Vincent, un antiguo actor de películas y presentador de programas ... [+]
26 de agosto de 2010
20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las pelis que más me gustaba de pequeñajo junto a "Tiburón", "La Cosa", "Pesadilla en Elm Street", "Creepshow", "Aullidos" y un largo etc. de mórbidas producciones, era este film de 1985, que para más delito tenía grabado en la misma polvorienta y desgastada cinta VHS junto a "Jóvenes Ocultos", a modo de sesión doble de vampiros ochenteros que me tragaría más de treinta veces, lo menos. Así he salido, claro. Hacía muchos años que la tenía en el pozo del olvido hasta que la recuperé en DVD, y no sin poco temor por cómo me pareciese hoy día, apagué las luces, subí el volumen y me dispuse a rememorar aquella mítica "Noche de Miedo".

El salidillo Charlie (correcto William Ragdale) intenta pegarse el lote con su novia, la púdica Amy (sosa Amanda Bearse). Cuando la virginal zagala se decide a entregar su cuerpo a labores de índole lúbrica, Charlie se da cuenta de que han llegado nuevos inquilinos: en la oscuridad de la noche observa asombrado a dos hombres transportando un ataúd al sótano de la casa de al lado. Desde ese día las noticias locales se hacen eco de la muerte de una mujer, hallada decapitada cerca de las vías del tren, lo cual unido a lo que ha visto, inquieta sobremanera al atribulado protagonista.

La siguiente noche, desde su habitación contempla cómo su nuevo vecino, Jerry Dandridge (carismático Chris Sarandon), seduce a una hermosa chica despechugada y cómo le surgen dos colmillos para hincárselos en la yugular. En ese momento, el vampiro clava su mirada en el adolescente y con una sádica sonrisa baja lentamente la persiana... A partir de aquí, todo un festival entretenidísimo de mordiscos insalubres, sustos previsibles, engendros de látex, babas chorreantes, crucifijos de plástico, risas de baja estofa, ortodoncias vampiriles, viscosidades verdes, litros de AB negativo y estacas cogidas del revés, entre otras muchas virtudes.

Sí, me lo pasé de cojones: divertida, tétrica, con sus homenajes al cine de la Hammer gracias al genial Roddy McDowall como Peter Vincent, el intrépido cazavampiros (sic), una ambientación muy conseguida, unos efectos de maquillaje que siguen quitando el hipo, que eso del CGI aún no existía, y un pulso narrativo encomiable. Destacaría con creces la inquietante secuencia de la visita de Jerry Dandridge a la habitación de Charlie y la trepidante y angustiosa última media con el asalto a la mansión del vampiro, que es en mi opinión uno de los clímax terroríficos mejor elaborados del cine fantástico de serie B de los ochenta. Y sí, el paso del tiempo hace risibles algunas escenas que no pretendían serlo, sobre todo la delirante parte en la discoteca, pero también tienen su encanto, qué coño.

Un digno film sin complejos que no se toma en serio a sí mismo y que conjuga con acierto comedia, aventura y terror. ¿Que no hay para tanto? ¿Que soy un nostálgico? Mírate "Crepúsculo", y ya me dirás.
RandolphCarter
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