La nostalgia... mucho sabemos de eso en esta web donde si una peli es en blanco y negro y fue filmada cuando la abuela era sexualmente apetecible se la encumbra desorbitadamente. La nostalgia también ha afectado a Woody Allen: que si ha perdido la chispa, que si no es el que era, que si se ha reconvertido en promotor turístico europeo...

En mi opinión la filmografía de Woody Allen siempre ha sido de 7 y pico y ahí se ha mantenido constante por los siglos de los siglos, mezclando brillantez con repetitividad. Algunos bajones (Vicky Cristina Barcelona) y algunas genialidades (Desmontando a Harry, la mejor en mi opinión) han ido apareciendo entre un mar de meritorias y gafapastiles películas (Balas Sobre Broadway, Annie Hall, Misterioso Asesinato En Manhattan...)

Medianoche En París pertenece a mi juicio a este úlitmo grupo. Una película original, entrañable, simpática, que no te arrepientes de ver ni te arrepientes de no haberla visto antes. Leyendo críticas he visto que lo que más se critica de esta cinta es la pedantería intelectual de Woody. A ver Jonhatanes, Woody es así, no puede ser de otra forma. Es como si le das un balón a Cristiano Ronaldo y le pides que no haga bicicletas o como si le pones una web-cam a un japonés y le pides que no haga el tonto.

Yo no soy ningún lumbreras que vaga por mi ciudad mirando la arquitectura con un libro de poemas bajo mi camisa de cuadros. Pero a mí no me ha molestado tal derroche de intelectualidad. Soy sincero, sé que existió un tal Fitzgerald y un tal Hemingway pero he tenido que buscar en Google cómo se escriben sus nombres y no he leído nada de ellos. Obviamente me habré perdido algún que otro chistecillo a lo largo de la peli por mi desconocimiento de estos colegas pero nunca viene mal saber que hubo vida antes de la MTV y cultivarse un poco con esta lección que nos da Woody sobre los artistas pasados.

El tema de los viajes a otras épocas como si tal cosa... ¿Qué quieres que te diga? Woody nunca ha justificado las licencias que se toma porque con él el fin sí justifica los medios. Es una buena idea que nos permite sentir toda la nostalgia que tenemos a determinadas épocas. Aquí hago un parón y comento una horrible reflexión que me hice tras a acabar la peli, agárrate: por regla de tres, si tu nieto sale más o menos intelectual es muy probable que piense allá por el 2080: "¡Qué tiempos los años 10's (o como se le llame a esta década)! Justin Bieber, David Bisbal, Belén Esteban, los actores de Física o Química... eso si eran artistas." Ahí lo dejo.

No me convenció Owen Wilson pero el resto del reparto está de lujo, sobre todo Adrien Brody haciendo de Dalí. Merecía mucho más tiempo en pantalla el rinocerontofílico amigo.

Resumiendo que es gerundio, es una peli absolutamente recomendable a todo aquel que sepa de qué va Woody y no le importe y a todo aquel que en las tardes de otoño sienta un inevitable impulso de mirar al infinito por la ventana mientras se toma un Paladín a la Taza.