Todos hemos conocido a algún personaje chistoso que se cree gracioso, pero que en realidad no lo es. Y cuanto más se esfuerza por serlo, peores resultados obtiene. Pues esta película es así. Tiene muchas gracietas, pero no te ríes porque parecen forzadas. En este aspecto, tampoco ayudan los repentinos cambios de guión, dándole la vuelta a la tortilla.

Pasa lo mismo con los personajes. Si voy a una reunión de amigos y se comete un crimen grave, yo soy el primero que sale por piernas y que no quiere saber nada del asunto, por muy amigos que sean. Que llamen a la policía, que para eso está. Aquí hay una que es la primera vez que queda con ellos, y sin embargo se embarca en la peligrosa aventura.

Aún así, la recomiendo para un público menos exigente, porque está cargada de chistes y seguro que más de uno se lo pasa bomba.