Hay que reconocer que los Javis son unos artistas. Se ve que la serie ha sido mimada en los detalles, y que le han puesto empeño e ilusión. La escena en que empiezan a charlar en el salón y de repente los traslada al Parque del Oeste simplemente me dejó con la boca abierta por lo original y bien hecha que estaba. No estamos acostumbrados a que las producciones españolas tengan tanta calidad. A lo largo de toda la serie hay muchos juegos con los planos y con las luces. Tal vez estemos ante el inicio de una nueva forma de hacer series en España. Un salto cualitativo que va siendo necesario para poder competir en un mundo globalizado.

Sorprende también el extraordinario parecido físico de La Veneno de la serie con La Veneno real. Y pese a que no han conseguido el desparpajo, la frescura y la gracia de la original, la actuación es más que digna.

Respecto al desarrollo, es desigual. Más interesante en los primeros capítulos, cuando narra la niñez y la adolescencia de la protagonista, y menos interesante en la vida adulta. Pasan casi de puntillas por su éxito televisivo en 'Esta noche cruzamos el Mississippi'.

Mi opinión personal, como persona que la veía cada noche por la televisión y que escuchó algunos de los escándalos en los que se vio envuelta cuando la fama y la juventud le dieron de lado, es que la serie es demasiado condescendiente con La Veneno. Fue una cabeza loca que no supo administrar su éxito y la fortuna que hizo con él, ni elegir a sus amistades. Y cuando vinieron mal dadas, tiró por el camino de conseguir el dinero de forma fácil, metiéndose en líos con la justicia. Y probablemente su muerte se debiera a que alguien temiese que esa cabecita loca hablase más de la cuenta.