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España España · Brigadoon
Voto de Bobelia:
8
Acción. Aventuras. Thriller. Romance La hija adolescente de un rico hacendado mexicano se ha quedado embarazada. El padre es, al parecer, Alfredo García, un antiguo colaborador y amigo de la familia, por cuya cabeza se ofrece una recompensa de un millón de dólares. (FILMAFFINITY)
19 de septiembre de 2009
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el fiasco que supuso para Peckinpah la adulteración de la ambiciosa Pat Garrett y BillyThe Kid, este se refugió para su siguiente filme en un país que conocía y que le entendía a la perfección, Méjico. Allí, rodeado de grandes amigos y libre en su creatividad realizó en 1974 Quiero la cabeza de Alfredo García (Bring me the Head of Alfredo García, 1974).
La película nos narra la historia de un cacique mejicano que ordena que le traigan (literalmente) la cabeza de Alfredo García, un ex lacayo que ha dejado embarazada a su hija y que después ha desaparecido. Ofrece un millón de dolares por dicho trofeo por lo que un montón de matones a sueldo se pondrán en marcha para capturarle.
Se trata posiblemente de la película más personal de Sam Peckinpah. Una historia absurda y surrealista a medio camino entre el thriller, el western y una road movie. Aquí Peckinpah da rienda suelta a todo lo que caracteriza a su cine, el caos en la narración, gran carga psicológica y ambigüedad en los personajes principales, la figura del antihéroe o perdedor, personajes femeninos sin prejuicios de género, violencia extrema pero con una gran carga lírica o la fatalidad del destino. Sam Peckinpah nos muestra la cruda realidad mediante caminos polvorientos, sudor, sangre, paisajes agrestes, tugurios de mala muerte, ladillas, putas o el fervor religioso de los mejicanos. Warren Oates está estupendo en el papel de perdedor que busca la recompensa por la cabeza de Alfredo García. También participan actores habituales del director como Robert Webber, Gig Young o Kris Kristofferson y su elenco mejicano favorito con Isela Vega, Emilio Fernandez o Chano Ureta. El guión es del propio Peckinpah junto con su ayudante Gordon Dawson. La música, aparte de sonar algunos corridos y canciones mejicanas, cuenta con una partitura del también habitual Jerry Fielding. La fotografía está realizada por Alex Phillips. Cabe destacar que no se abusa excesivamente de las muertes en ralentí, recurso frecuente en los filmes de Peckinpah por esos años.
Sam Peckinpah realiza una obra sin concesiones, su universo plasmado en una historia llena de lirismo, caos y violencia que hará las delicias de los amantes de este gran director de cine.
Bobelia
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