Qué dificil es hablar de este hombre. Nunca se sintió cómodo en la media, en lo que siempre se ha denominado "cine de artesano", y prácticamente todas sus películas se mueven entre la genialidad y el fiasco. Aquí en concreto, aparte del plano secuencia inicial que es de una elegancia arrebatadora, y unos cuantos detalles visuales desperdigados de talento, lo que tenemos es un nuevo saqueo masivo de la obra del maestro Hitchcock y un guión muy irregular. En él se desgrana los momentos posteriores a un crimen, y aunque todo tiene un aire de gran teatralidad y artificio, empieza francamente bien demostrando cómo se debe coger a un espectador de sus partes, pero con el paso de los minutos (y esto también es muy de De Palma), todo se desinfla hacia un final impropio y descacharrante. No se entiende porque tal animal cinematográfico siente esa predilección por los libretos imperfectos, estropeando los repartos interesantes que suele tener y sus buenas formas tras la cámara; al menos a mí me acaba ganando con su mezcla de clasicismo e innovación, pero es muy dificil decir que nos haya dado una película de verdad redonda. En cualquier caso, y a pesar de sus defectos, Ojos de serpiente es un buen entretenimiento y un testimonio de cuando Nicholas Cage era aún humano.