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Voto de Nacho:
8
8,3
36.570
Drama
En la Roma de la posguerra, Antonio, un obrero en paro, consigue un sencillo trabajo pegando carteles a condición de que posea una bicicleta. De ese modo, a duras penas consigue comprarse una, pero en su primer día de trabajo se la roban. Es así como comienza toda la aventura de Antonio junto con su hijo Bruno por recuperar su bicicleta mientras su esposa María espera en casa junto con su otro hijo. (FILMAFFINITY)
18 de mayo de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vittorio de Sica nos muestra que a veces se puede hacer mucho con poco. No hay grandes escenarios, no hay multitud de personajes ni papeles estelares, no hay banda sonora espectacular, simplemente hay cine. Ese cine que trata de mostrarse en su esencia más pura en la que se cuentan historias sobre gente de verdad, historias que hacen sentir al espectador. Es un cine que trata de hacerte vibrar con la propia historia, y no con todo aquello superfluo que pudiera rodearla. Se aleja por tanto del ánimo de lucro y la comercialización que parece triunfar hoy en dia.
Esta película, de guión simple pero profundo, narra la historia de una familia italiana tras la segunda guerra mundial. Una familia escogida al azar entre tantas de aquellas cuyo día a día en esa época es una lucha por la supervivencia y que tenían como sueño un futuro mejor.
La película te convence cuando consigue hacer de un simple objeto, una bicicleta, algo tan insignificante pero a la vez tan esencial. Algo que podría parecer una nimiedad, se convierte en lo más importante de tu vida si de ello depende la prosperidad de tu familia. Por ello, el drama del padre y el hijo en la búsqueda incesante de la bicicleta no es mas que un reflejo del drama social de la época, un drama en el que a veces, ser ladrón es simplemente la única salida.
Esta película, de guión simple pero profundo, narra la historia de una familia italiana tras la segunda guerra mundial. Una familia escogida al azar entre tantas de aquellas cuyo día a día en esa época es una lucha por la supervivencia y que tenían como sueño un futuro mejor.
La película te convence cuando consigue hacer de un simple objeto, una bicicleta, algo tan insignificante pero a la vez tan esencial. Algo que podría parecer una nimiedad, se convierte en lo más importante de tu vida si de ello depende la prosperidad de tu familia. Por ello, el drama del padre y el hijo en la búsqueda incesante de la bicicleta no es mas que un reflejo del drama social de la época, un drama en el que a veces, ser ladrón es simplemente la única salida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La realidad de la historia se nos muestra en primer lugar a través de los escenarios. Vemos que en la capital del imperio la gente humilde vive en casas humildes. Edificios lúgubres rodeados de campo. Una suerte al fin y al cabo.
Sin embargo, es a través de los personajes donde se nos muestra el drama. “Para tener unas cosas hay que prescindir de otras” dice el padre. Es así como obtiene la bicicleta, esa que será la llave para su nuevo trabajo y para el futuro de su familia. Sin embargo todo se trunca cuando se la roban y la desesperación se apodera de él.
Cabe destacar el papel del niño. Ese niño hecho hombre por la necesidad que ríe cuando se come la mozzarella y llora cuando el padre le pega. Al fin y al cabo, no es mas que un niño.
La guinda del pastel la pone el padre al tratar de robar la bicicleta como última acción desesperada. Mala lección le enseña a su hijo en ese momento, pero todo vale si es por volver a verlo sonreír.
Sin embargo, es a través de los personajes donde se nos muestra el drama. “Para tener unas cosas hay que prescindir de otras” dice el padre. Es así como obtiene la bicicleta, esa que será la llave para su nuevo trabajo y para el futuro de su familia. Sin embargo todo se trunca cuando se la roban y la desesperación se apodera de él.
Cabe destacar el papel del niño. Ese niño hecho hombre por la necesidad que ríe cuando se come la mozzarella y llora cuando el padre le pega. Al fin y al cabo, no es mas que un niño.
La guinda del pastel la pone el padre al tratar de robar la bicicleta como última acción desesperada. Mala lección le enseña a su hijo en ese momento, pero todo vale si es por volver a verlo sonreír.