Esta película nos demuestra como no se debe hacer una animación, ya que aunque si es cierto que es una leve mejoría a su antecesora de igual forma resulta ser una experiencia bastante mediocre.

El principal inconveniente que la película comparte con su antecesora es lo molesto que llegan a ser sus personajes principales ya que aunque sus diseños son sumamente adorables, sus acciones y comportamientos son egocéntricos, ridículos y deplorables, tal vez los realizadores pensaron que era muy buena idea hacer parecer a los niños y bebes en personas adultas y elegantes, pero esto hace que todo se vea muy fuera de lugar y que en vez de resultar algo elegante sea grosero.

Los gags y chistes son demasiado osados, porque son muy bobos, infantiles, sin ningún alivio para las personas adultas y a veces estos son tan simples que parecen un programa malo para niños de párvulos.
La historia es lo mismo que se ha contado en muchas películas con organizaciones ridículas, motivaciones básicas, una estructura narrativa convencional y muy predecible.

Las interpretaciones vocales son sin duda lo mejor de la película porque se nota la experiencia actoral y sobre todo quien resalta es Alec Baldwin porque es capaz de ser encantador, adorable y elegante al mismo tiempo dándole un carisma único que desafortunadamente se pierde por la caracterización del personaje.

La creatividad que se le ha incorporado a la cinta es bastante decente con escenas muy motivantes y un poco épicas.