No sirve como película erótica. Si bien la película gira casi al 100% en ver a Anastasia sufriendo ataques hormonales como si se tratara de un manga ecchi (de esos donde la prota pone carita de sufrida mientras se deja hacer de todo porque, en el fondo, le gusta -mensaje más que turbio-), y la vemos tener sexo, las escenas pecan de algo simple: entre los protagonistas NO hay la más mínima química. El sexo se vuelve un trámite, y las escenas donde ella está desnuda haciendo cosas que NO quiere hacer... una persona tiene que estar muuuy necesitada de sexo para excitarse viendo eso.

No sirve como película romántica. Poner esta película en la fecha de San Valentín es una BURRADA. Anastasia y Christian, no sólo no llegan a nada más profundo que las hormonas, sino que todo el idealismo se va al tacho arruinando los diálogos trayendo una y otra vez el tema del contrato. No vemos sentimientos, vemos ego por un lado y hormonas por el otro. Y lo peor, es que nunca falta la persona que se confunde y piensa que el acosar a una chica, perseguirla, forzarla y mostrarle cuán machista eres es romántico (porque todo lo que haga un guapo millonario lo es, no? al carajo). Pobres las parejitas que vayan a verla pensando en que saldrán abrazados, felices y cómodos luego de la última escena...

No sirve como película BDSM. Christian se declara como Amo cuando no es más que un traumado que no sería capaz de tomar en sus manos la vida y el cuidado de nadie. Tener muchos juguetes y usarlos no sirve de nada si eres un psicópata que ve a la mujer como un objeto, y se vale de pervertir prácticas establecidas (como el contrato Amo-sumisa) para lograr confundir BDSM con abuso. Y lo peor, es que lo logra... Anastasia no gana absolutamente nada al conocerlo (más que ser desflorada casi involuntariamente, ser usada como juguete y pasársela llorando). A diferencia de otros films como "The Secretary", aquí la protagonista NO es sumisa, nunca lo será, y lo declara abiertamente. No le gusta. Y hacer un film de BDSM cuya protagonista no le gusta lo que hace, y encima lo sufre, es una abominación. No es de extrañar que toda la comunidad de practicantes de BDSM consideren el libro y la película como totalmente inválidos y blasfemos, producto de una persona que habla de algo sin jamás haberlo practicado o haber estado siquiera cerca de quien sepa aconsejarla. Y decirle que BDSM y ABUSO no sólo no son lo mismo, sino que son literalmente opuestos.